Entre 80 mil y 100 mil restaurantes entre pequeños, medianos y grandes, tuvieron que cerrar y se perdieron alrededor de 350 mil puestos de trabajo, informó Germán González Bernal, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac), de México.
Entrevistado durante la reunión nacional de delegaciones realizada en Baja California, manifestó que la prioridad es reactivar a la industria y recuperar los centros de trabajo y las “sillas”, perdidas.
Dijo que pesar de que se empiezan a ver los restaurantes con más gente y más vida, la realidad es que se perdieron entre el 10 y 15 % de las unidades económicas de ese sector del país.
“Para recuperar eso, necesitamos hacer todos un esfuerzo, volver a salir, a invertir, a construir esos centros de trabajo; estimamos -que para recuperar- el número de transacciones en volumen de venta a precios constantes y al nivel de negocio, todavía falta el 2023, y todo el 2024, para que era la industria alcance su estatus previo a la pandemia.
González Bernal señaló que no ha habido ningún tipo de apoyos del gobierno federal, pero niveles estatales y municipales se han visto diferentes esfuerzos; “hoy lo que estamos pidiendo al Gobierno, más que apoyos o incentivos económicos, son facilidades administrativas”.
Lo que necesita la industria restaurantera, es que le sea más fácil abrir un negocio formal sin tantos tramites y una reforma regulatoria.
En una gran parte del país este tipo de negocios son informales, porque es bien complicado ser formal y las personas prefieren irse a lo informalidad y a la ilegalidad ante las dificultades, subrayó.
“Lo que estamos tratando de hacer, indicó el presidente nacional de Canirac, es que, en lugar de meterle trámites a los informales, es pedir que a los formales nos reduzcan los trámites, para que sea mucho más atractivo ser formal, bien, y no un informal que está sujeto a extorsiones.”
EL RETO DE LA INFLACIÓN
El segundo reto, además de generar negocio, es lidiar con la inflación, que no un problema surgido en el país, es externo, las cadenas de suministro se rompieron; muchos productos han escaseado, materias primas básicas como cartón o vidrio, en el caso de la cerveza, lo que ha generado problemas.
También con los granos para producir proteínas, lo que ha provocado que en toda la industria se encareció el producto. “Y al encarecerse el producto tenemos dos opciones, o nos ponemos creativos con el menú y lo empezamos a variar y hacer presentaciones diferentes o repercutimos los precios en el cliente”, advirtió González Bernal.
“Estamos en ese juego, porque obviamente al repercutir precios y regresarle la inflación al cliente, lo que haces es que espacie más sus visitas, y eso nos lastima, porque estamos buscando la reactivación.
“Enfrentamos una coyuntura difícil, consideró el dirigente de los restauranteros del país, porque, aunque algunos han decidido absorber esos incrementos, es inevitable que suban los precios de los restaurantes sin demeritar la calidad, que es lo que importa, por lo que vas a comer.”
La situación es generalizada, todo el país está bastante afectado, claramente es más grave en las ciudades con las concentraciones turísticas más grandes; lugares como Ensenada o el Valle de Guadalupe son de los que resienten más rápido, pero también la Riviera Maya, Monterrey, Mazatlán, Puerto Vallarta y Ciudad de México, apuntó.
Productos si hay, “te venden lo que sea, pero caro, entonces ese el problema de repente es, sí hay pollo, carne, vegetales, vinos y cerveza, harina, cereales”, pero los costos están complicadísimos”, señaló.
Los apoyos en el país no son uniformes, manifestó, “los restauranteros lidiamos con tres niveles de gobierno, federal, estatal y municipal; depende mucho la zona, hay diferentes respuestas, en algunas el apoyo es excelentes, pero en otras las autoridades están más metidos en sus problemas internos o su situación geográfica, que tratando de apoyar a la reactivación de la industria.”
ESPERAN VERANO FUERTE
González Bernal adelantó que afortunadamente los visitantes nacionales “están muy fuertes” porque hay un apetito muy importante de la gente del país que quiere viajar luego de estar dos años encerrados, se espera un verano y un segundo semestre muy fuerte, lo que ayudará a los destinos turísticos.
No así en todo el país, ni en todos los segmentos, por ejemplo, el de negocios todavía está sufriendo; ciudades que recibían turistas de negocios todavía no se recuperan. Pero un lugar como el valle con turismo internacional y nacional, van a tener un buen desempeño, consideró.
La perspectiva para el Valle de Guadalupe es muy alentadora, aseguro, porque se están haciendo bien las cosas, el tipo de oferta gastronómica que están haciendo, los productos turísticos cada vez son más sofisticados, cada vez son mucho más bien pensados y dirigidos al turista nacional.
“Yo veo un gran futuro para el Valle y para Ensenada, y ojalá sigan haciendo así las cosas de bien”, dijo el presidente nacional de Canirac.