Este 17 de septiembre se cumplió un aniversario mas de uno de los asesinatos mas crueles y sangrientos que hayan manchado nunca el nombre de Ensenada: la Matanza del Rodeo.
Además de la sangre que esa madrugada fue vertida, de 19 personas, hombres, mujeres, adolescentes, y niños, se vertió sobre toda la sociedad la sombra del miedo, de la impunidad y la ineficacia.
A ocho años de distancia, los avances del proceso están donde empezaron, el camino recorrido luego de decenas de declaraciones, de promesas y de compromisos por resolver el asesinato y encerrar a los criminales, se quedó en eso.
El asunto del Rodeo, como muchos otros donde el crimen organizado deja su firma. Fue atraído por la “incompetencia”, que no competencia de la PGR.
Se cuestionó entonces al delegado de la PGR José Luis Chávez la necesidad de que hubiera información de los avances para los Ensenadenses, pero no fue así, originalmente el asunto fue llevado a México donde de antemano sabían que en unos cuantos días la prensa nacional olvidaría el tema.
Tenían razón.
El argumento de “Crimen Organizado” “Cártel de los Arellano Félix” y Venganza del Narco” eran entonces y ahora, el pretexto perfecto para sacar de la conciencia, de la ética y la moral la muerte de un ser humano.
¿Acaso el ser familiar de un narcotraficante, ser su hijo de dos años o ser el nonato de una mujer embarzada de visita en una casa de un narco hace un crimen menos importante?
En torno al Rodeo, no solo nunca se dieron mas datos sobre los avances, sino que al quedar bajo el cargo del Juzgado Once de Distrito, en Ensenada, el proceso se llevó bajo la mas absoluta secrecía, bajo el argumento de la peligrosidad que el mismo entrañaba.
¿Era tan peligroso acaso que era preferible no investigar?
Hace menos de dos meses me llamaron a declarar en torno a este caso, a declarar ocho años después sobre un reportaje seriado con las entrevistas e investigaciones de un especial realizado sobre El Rodeo en Notivisa.
Me sorprendió que el reportaje fuera parte del argumento de una de las defensas, porque los familiares de la víctimas señalaban un año después que los criminales estaban libres.
Hoy ocho años después, estos asesinos siguen libres, un grupo de criminales que fueron capaces de asesinar a niños, a bebés y a una mujer embarazada.
Criminales libres, gracias a la impunidad, a la ineptitud y a la incompetencia de una Procuraduría de Justicia Federal que desde hace ocho años, no ha querido limpiar la sangre de esas familias y que queramos o no, manchó por siempre el nombre de Ensenada.
P.D. Las ciudades y los hombres sin memoria están condenados a repetir los mismos errores.