Cuando era pequeña recuerdo que las corcholatas de las botellas de las sodas, a las que ahora se les llaman ‘refrescos” les empezaron a poner en la parte de adentro una figura.
Primero fueron las de personajes de Disney, por lo que podías encontrarte sin mucha dificultad a los sobrinos del pato Donald, Hugo, Paco y Luis, o al Tío Rico Mc Pato.
Tribilín, Ciro Peraloca, eran algunos de los muchos personajes que junto con Pluto o Daisy, la novia eterna de Donald estaban en esas corcholatas.
Los niños las juntaban y con ellas, se jactaban de una colección completa que si bien recuerdo, se llenaba una plantilla y con esta se obtenía un premio, siempre y cuando tuviera a Mickey y Minie Mouse.
Pero las corcholatas, seguían siendo eso.
Las tapaderas de una botella de soda que siempre era de vidrio.
Muchos años después, casi todas las refresqueras migraron a la modalidad de plástico y las corcholatas se convirtieron en tapas de botellas, casi, no todas.
Las corcholatas permanecieron en las cervezas, con diferentes mecanismos, unas que usaban necesariamente un destapador para abrirse y otras que permitían con un poco de esfuerzo abrirlas sin necesidad del destapador de metal.
En la adolescencia y la juventud, muchos de los jovencitos junto con su llavero, cargaban siempre un algo para destapar cervezas en caso de emergencia.
Esto era para quitar la corcholata, que siempre era desechable.
Pero más de uno, tenía su propia maña para convertir, llaves, cubiertos o alguna herramienta “X” que servía para destapar una cerveza y quitar la corcholata.
Luego llegaron las cervezas de bote y entonces hasta yo, podía abrirlas sin mucho aspaviento.
Hasta ahí la relevancia de las corcholatas, al menos en mi vida y creo que en la de la mayoría de los bajacalifornianos.
Sin embargo, un día, alguien llegó y nos dijo que las corcholatas eran algo más que eso.
Lo siento, para mi, las corcholatas, siguen siendo simplemente tapaderas.
P.D. Si las tapaderas sirven para eso, para tapar.
P.D. Seré curiosa: ¿Para que ocuparán una tapadera?