Pese a que con las lluvias que se registraron durante el invierno hubo una recarga importante en los acuíferos de Ensenada, el agua potable para la ciudad sigue como un tema prioritario para los sectores público y privado.
Arturo Espinoza Jaramillo Secretario de Infraestructura y desarrollo Urbano recordó durante una reunión reciente con empresarios de la existencia de dos fuentes “confiables” para la ciudad, pero no necesariamente suficientes de ahí que se requiera otras para garantizar la demanda no solo actual sino a corto plazo para Ensenada.
La primera fuente confiable, son los pozos de agua de Maneadero que surten a una buena parte de la ciudad, seguida por el Flujo Inverso que procede de Tijuana donde cuando no se registran fugas o cortes llega a dotar a la zona noreste de Ensenada de entre 200 a 120 litros por segundo.
Asimismo, esta actualmente el potencial de la Presa Emilio López Zamora que puede aportar otra cantidad durante el verano.
Sin embargo, hay dos temas que están en proceso, uno tiene que ver con la Planta desaladora operada por Aguas de Ensenada y el proyecto de ampliación.
Jaramillo recordó que se encuentran ya en pláticas con la empresa para que se establezca una propuesta formal para ampliar la infraestructura y duplicar con ello su capacidad.
Estos acuerdos tienen que ver con el costo, tiempo y garantías para la ampliación de otros 250 litros por segundo de la planta actual.
En este caso, son relevantes las garantías que requiera Aguas de Ensenada para invertir, porque si pide participaciones federales del estado, podría ser problemático dado que el estado no está propenso a dar más garantías para inversión privada.
Este tema deberá resolverse en este mes de abril según el funcionario.
Finalmente, dijo, si no se logra un acuerdo con Aguas de Ensenada para dotar de agua potable a Ensenada hay otra opción en análisis que tiene que ver con la construcción de otra planta desaladora en la zona costera norte de Ensenada, sin precisar fechas o ubicación.
Plantas de tratamiento
Por otro lado, recordó que el Estado tiene el llamado bono verde que recientemente anunció la gobernadora.
Parte de estos recursos se pretenden aplicar para rehabilitación de las plantas de tratamiento del Gallo y Noreste.
Ambos recursos fueron ya autorizados a la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada y a la Comisión Estatal del Agua, además de buscar un esquema para rehabilitar y ampliar el Naranjo, que se debe definir este mes de abril.
Para la planta de tratamiento de El Naranjo, adelantó, se requieren 500 mdp, para lo cual se están haciendo las gestiones ante el Gobierno Federal, para que aporte 250 millones de pesos, para que el esfuerzo sea bipartita.