José Rojas Serrato, director del Hospital Materno Infantil de Mexicali, informó que algunos indicativos de alteraciones hormonales en la mujer son: aumento de peso, caída de cabello, disminución del deseo sexual, sudoración excesiva, cansancio extremo, acné crónico, problemas digestivos, sofocos y sudoraciones nocturnas o alteraciones emocionales.

Existen situaciones de salud que pueden alterar el adecuado nivel hormonal de la mujer como; el embarazo, el síndrome de ovario poliquístico (SOP), diabetes, síndrome de Cushing, la endometriosis, hipertiroidismo, hipotiroidismo, hirsutismo (que provoca exceso de vello), trastornos alimenticios, estrés, tumores benignos o cancerosos, menopausia prematura y otros trastornos hormonales que afectan la salud.

Explicó que la generación de serotonina, dopamina, oxitocina, endorfina, progesterona, estrógeno y cortisol, deberían revisarse si se presenta cualquiera de los síntomas antes señalados.

“Por ejemplo, la serotonina juega un papel crucial en la regulación del estado de ánimo, sueño y apetito. Actividad física, exposición al sol y una dieta equilibrada, pueden ayudar a mantenerla en niveles adecuados, lo cual se relaciona con sentimientos de calma, felicidad y bienestar”, abundó.

Por su parte, la dopamina es una hormona y neurotransmisor relacionado con la sensación de recompensa y placer. Juega un papel importante en la motivación, concentración y satisfacción. Actividades como la práctica de ejercicio físico, la realización de logros personales y la interacción social pueden aumentar sus niveles.

La oxitocina, conocida como la "hormona del amor" u "hormona del abrazo", está asociada con la formación de vínculos emocionales y sociales. Se libera durante el parto y la lactancia, y también se relaciona con las interacciones afectivas. Las relaciones cercanas y el contacto físico consensuado, como abrazos y caricias, pueden aumentar los niveles.

Las endorfinas son hormonas producidas en respuesta al estrés o al ejercicio físico intenso. Tienen propiedades analgésicas y pueden inducir una sensación de euforia y bienestar, a menudo llamada "subidón de endorfinas". El ejercicio, especialmente el aeróbico, es una forma común de liberarlas.

Rojas Serrato explicó que el estrógeno y progesterona son las hormonas sexuales femeninas que no solo están involucradas en la regulación del ciclo menstrual y la reproducción, sino que también pueden influir en el estado de ánimo y el bienestar emocional. Fluctuaciones en los niveles a lo largo del ciclo menstrual pueden afectar las emociones.

En tanto, el cortisol, si bien es conocido como la "hormona del estrés", también desempeña un papel importante en la regulación de la energía y la respuesta al mismo. Niveles crónicamente elevados de cortisol, debido al estrés prolongado, pueden afectar negativamente el bienestar y la salud mental.

Es importante recordar que la salud hormonal femenina es un tema amplio y diverso, y puede abordarse desde diversas perspectivas, como la medicina, la nutrición, la psicología y más. Es fundamental basar la atención en información confiable y actualizada, consultar a profesionales de la salud para obtener una comprensión más completa y precisa de este tema.