Una inusual sorpresa se llevaron este sábado automovilistas que transitaban sobre la Diamante y Reforma junto al monumento a Lázaro Cárdenas por un violinista urbano que hacía sonar sus acordes entre los autos.
Con destreza. lo mismo sacaba acordes del instrumento que recogía las monedas que entregaban los automovilistas que esperaban el semáforo que da a los transeúntes solo 16 segundos para cruzar la Reforma, con bastón o sin bastón.
El violinista nos contó un poco de su historia, se llama Carim Peña y tiene 32 años de edad. Estudió música en el Estado de México de donde es nativo.
Le gusta viajar y llegó a Ensenada hace poco más de un año en compañía de su instrumento musical, cuyos acordes le han permitido vivir en esta ciudad y participar en diversos eventos. Cuando no hay, tocar en la calle ya hacer arte urbano.
Este fin de semana es el último, luego que desde hace unas semanas le avisaron que a su mamá le detectaron cáncer y debe regresar a casa.
“Voy a macroplaza el domingo, a tocar y el lunes de regreso a ver a mi mamá”, me dijo.