El invierno que se avecina en Baja California, anticipa la presencia del fenómeno del Niño, un evento que tradicionalmente ha traído a la región lluvias copiosas y con esto riesgos latentes por crecidas en arroyos e inundaciones en zonas bajas, junto con deslaves en áreas inestables.
Julio César Obregón Angulo, Director de la Unidad Municipal de Protección Civil, explica que los preparativos avanzan, pero estos tienen la resistencia de las numerosas invasiones que existen en Ensenada, no solamente en las orillas de los arroyos, sino dentro de los cauces o en zonas altas y cerros de difícil acceso.
Algunas, como las del arroyo Ensenada en el cauce que alimenta la Presa Emilio López Zamora donde en las pasadas lluvias se hizo evidente el efecto de inundación sobre los terrenos ganados dentro de un cauce federal.
Otros en el Arroyo San Carlos y algunos nuevos en el cauce del arroyo el Gallo, entre la Cementera y las nuevas edificaciones cerca de Villa Bonita donde el cauce aledaño está siendo invadido poco a poco, además del arroyo de la Colonia Munguía y cañadas diversas que alimentan El Aguajito que recorre una buena parte de la zona Este de la ciudad hasta llegar al arroyo Ensenada por la Bronce.
Las expectativas por ahora, precisó Obregón Angulo, de acuerdo a los pronósticos anticipan lluvias y frio que al iniciar la temporada invernal se espera que sea intenso.
Agregó que como medidas preventivas desde hacer meses se tienen detectadas las zonas de mayor riesgo, incluso existen procedimientos administrativos por parte de la Conagua en alguno de los puntos que fueron críticos en la temporada de lluvias.
Se han hecho notificaciones a las áreas donde puede haber inundación pero se deben realizar nuevas notificaciones “Obviamente, hay que trabajar en etiquetar a otras zonas donde nos hemos percatado que existen invasiones y que se utilice para ello el recurso que corresponda específicamente a las zonas donde se trata de polígonos federales”.
Se tiene contemplado seguir con la actual alimentación de los de los censos para tener todo listo para el periodo invernal ya con un plan de contingencia para fenómenos hidro meteorológicos que oportunamente se dará a conocer.
Al mismo tiempo se mantiene la actualización del Atlas de riesgo y se trabaja en el existente, pero es de 2012 y se le deben agregar algunos nuevos modelos que incluyan el crecimiento y la densidad de la población actual.
Del 2012 al 2023, la ciudad ha cambiado mucho y existen nuevas colonias, nuevos fraccionamientos, nuevas invasiones y esto debe ser incluido en el Atlas de Riesgo.
Ejemplificó: “las personas que construyeron o están sobre laderas. A veces no es tanto problema, sino el comportamiento que le den a la ladera, los pesos, el número de viviendas que se construyeron, obviamente los cortes inapropiados que le hacen y la falta de muros estabilizadores para las construcciones. Eso afecta mucho y cambia la mecánica”.
Pero no solo se trata de los que invaden los cauces de los arroyos, sino se han tenido ya casos de constructoras que incumplen con las reglas y propietarios que cambian modifican terrenos y generan problemas a todo un vecindario.