En la actualidad, el índice de sobre vida de un bebé nacido de forma prematura es más elevado que hace décadas, no obstante, los riesgos de representar alguna secuela que afecte su desarrollo es latente, por ello es fundamental que los embarazos sean planificados y lleven un estricto control a fin de reducir los riesgos de un parto anticipado.
En el marco del Día de la Sensibilización del Nacimiento Prematuro, que se conmemora cada 17 de noviembre, José Rojas Serrato, director del Hospital Materno Infantil de Mexicali (HMIM), recordó que en promedio el 6 por ciento de los nacimientos anuales en esta unidad ocurren antes de la semana 37 de gestación.
“Los estándares médicos actuales consideran un nacimiento prematuro a aquel que se presenta antes de las 37 semanas de gestación. Pero existen casos extremos donde pudiera registrarse un parto a las 25 semanas”, añadió.
Estos casos, implican un esfuerzo por parte del recién nacido que se aferra a la vida con un desarrollo físico e inmunológico incompleto, del personal hospitalario y de los familiares. El índice de sobre vida en el HMIM es del 98% en infantes prematuros, pero una vez egresado del hospital, deberá llevar seguimientos del desarrollo hasta la edad adolescente para descartar alguna secuela en su salud.
Problemas de visión, cardíacos, inmunológicos, de lenguaje, concentración o debilidad del aparato respiratorio, son algunos de las condiciones que pueden presentarse en alguna etapa de la vida del infante nacido de forma prematura. Si bien existen casos que las y los infantes presentan un desarrollo saludable y normal, existe la necesidad de un seguimiento puntual.
Existen enfermedades que incrementan el riesgo de un nacimiento prematuro, como la obesidad, infecciones urinarias, embarazos gemelares, antecedentes de haber tenido un alumbramiento prematuro o abortos anteriores, último embarazo o parto a menos de 6 meses, problemas de salud en el útero o placenta, uso de sustancias adictivas de cualquier naturaleza, déficit nutricional, por mencionar los más importantes.
Rojas Serrato recordó que el nosocomio ha hecho importantes esfuerzos por sensibilizar a la comunidad sobre el apoyo y empatía que deben recibir las y los bebés y sus familias por afrontar el hecho de sobrellevar largos periodos de hospitalización, días de angustia y cansancio.
En la región, la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) más reconocida es la que se encuentra en el Hospital Materno Infantil de Mexicali. El éxito en lograr que las y los infantes sobrevivan es producto de años de experiencia, compromiso y capacitación constante de su personal. Así como de involucrar a los padres y madres de familia hasta donde es posible, para que sean parte del proceso de mejoramiento del infante, al promover la técnica de Papá-Mamá Canguro y la alimentación con leche materna.