Con el objetivo de salvaguardar a la población que visita el Cerro del Vigía, así como evitar más ataques, el Gobierno de Ensenada llevó a cabo un segundo operativo donde fueron capturados cinco perros ferales.
El alcalde de Ensenada, Armando Ayala Robles, informó que ya son 13 canes salvajes resguardados, mismos que permanecen en el Centro de Atención Canina y Felina de Ensenada (CACyF) para su análisis, es decir descartar enfermedades como la rabia y tener claro en condiciones están dichos animales.
Ayala Robles lamentó los casos de personas que han sido atacadas por esos ejemplares y que hayan terminado internadas en hospitales debido a la gravedad de las heridas, e indicó que se han estado atendiendo los reportes y denuncias por estos casos.
Reiteró que la Dirección de Bienestar Social ha estado estableciendo contacto con familiares de las personas afectadas con el fin de brindarles apoyo.
Dijo que continuarán los operativos, ya que de acuerdo a vecinos del fraccionamiento Chapultepec y visitantes a este sitio, son alrededor de 40 perros los que deambulan en todo el área.
“Los operativos iniciaron la semana pasada y hemos estado volando un dron, con apoyo de la Dirección de Seguridad Pública, en coordinación con el CACyF, la Subdirección de Prevención del Delito y la patrulla ecológica”, puntualizó.
Óscar Quiñones Uribe, subdirector de Ecología y Medio Ambiente, informó que se llevó a cabo una sesión extraordinaria del Consejo Ciudadano para la Protección y Trato Digno a los Animales, donde participan médicos veterinarios, rescatistas y diversas autoridades municipales y estatales.
“Ahí se planteó una estrategia de atención a este caso, y se determinó la colocación de 10 trampas o jaulas dentro de ese sitio, mismas que funcionarán 24/7 para capturar a más perros”, subrayó.
Refirió que este tipo de perros, son resultado de una cadena de abandono que la misma población comete y por la irresponsabilidad de no esterilizarlas y atenderlas en todo lo que conlleva tener mascotas.
Asimismo, dijo que algunas personas que ya no quieren tener perros comienzan a buscarles un sitio de resguardo temporal o un nuevo hogar, pero al no encontrarles los terminan dejando en la calle, sin pensar en los peligros que puedan enfrentar o generar a las personas.