Un estudio financiado con recursos del Fideicomiso Empresarial II, para conocer las fortalezas y futura dirección del municipio respecto a su crecimiento, revela que las empresas locales están interesadas en una industrialización como la de Tijuana, sin el caos vial que conlleva.
Héctor Contreras Luengas, Presidente de Codeen que administra el Fidem II, informó que el estudio “Nearshoring Ensenada” realizado por el experto Manuel Molano, consultor acreditado en materia de desarrollos metropolitanos, arroja el interés de los ensenadenses sobre un modelo de desarrollo capaz de generar la gran cantidad de actividad económica que existe en Tijuana, pero en la medida de lo posible, quisieran evitar el caos urbano derivado de esa industrialización.
El Fidem II es un fideicomiso empresarial que se forma con el 1.5% del impuesto sobre nóminas en Baja California, y ahora patrocinó este estudio para conocer del “Nearshoring Ensenada” y en este se establece como estrategia “la construcción del ecosistema empresarial ensenadense”.
Un factor clave, propone el documento, está representado en el hecho que empresas de componentes electrónicos tiene cuatro empresas presentes en Ensenada contra 67 de Tijuana.
Contreras Luengas dijo que la tarea que deja este estudio es conocer las razones que hicieron a cuatro empresas de este sector elegir Ensenada para con ello, atraer a más inversiones de este tipo.
“Saber qué los hizo preferir a Ensenada sobre un clúster maduro como el de Tijuana para considerar al municipio dentro de sus planes de crecimiento y así distinguir si existe alguna necesidad de esos procesos productivos que la ciudad de Ensenada no esté ofreciendo, y encontrar el eslabón que haga que la cadena funcione”.
Atraer proveeduría
La exploración de las características económicas locales también destaca un nuevo nicho de desarrollo, “si Ayuntamiento y las cámaras empresariales de Ensenada, conectan con industrias con alto potencial económico presentes en la ciudad, sobre las posibilidades de atraer a la región, a sus empresas proveedoras, y al proveedor de su proveedor”.
Incluso, planteó Contreras, si no es posible atraerlo a Baja California, al menos a México o al Suroeste de los Estados Unidos.
Otras industrias a las que hay que ponerles atención, de acuerdo al trabajo realizado sobre las características económicas de Ensenada, “son aquellas que los ensenadenses llaman la ‘vocación’ productiva del municipio”.
Estas industrias tienen que encontrar sinergias, asociaciones estratégicas, innovaciones, y todo aquello que les permita mantener y elevar su productividad en el tiempo, propone el material de Molano.
Ensenada, propone la investigación del mercado futuro de Ensenada, “como muchas regiones del país, tiene que generar incentivos para el asociacionismo entre muchos industriales pequeños, de manera que puedan lograr economías de escala y de red que serían inimaginables operando aislados y creciendo solamente a las tasas orgánicas de cualquier empresa pequeña en el país”.
Porque, concluye, permanecer pequeño hace que los dueños de las empresas preserven el control, pero también acrecienta la mortalidad de las empresas, toda vez que la mayoría de las empresas pequeñas en México no subsisten después de 3 a 5 años después de su creación.