La falta de regulaciones claras y coherentes para la recolección, transporte y transformación del sargazo en las playas, tanto a nivel federal como local, es uno de los principales desafíos que enfrentan varios países afirmó el Dr. Pablo Arenas Fuentes, Director General del Instituto Mexicano de Investigación en Pesca y Acuacultura Sustentables (IMIPAS).
En su participación durante la Segunda Conferencia del Portal Global de la UE-Caribe sobre Sargazo, dijo que se están realizando esfuerzos para convertir el sargazo en una oportunidad en lugar de verlo solo como un problema.
El Dr. Arenas destacó la necesidad de cambiar el enfoque hacia la gestión del sargazo en el mar, en lugar de concentrarse únicamente en las costas: "El sargazo que llega a las playas es solo el final del ciclo; necesitamos actuar en su origen en el mar", subrayó.
Mientras en tierra las normativas son complejas y a menudo contradictorias, la gestión del sargazo en el mar ofrece la posibilidad de establecer reglas más claras y aprovecharlo de manera industrial.
México ya ha iniciado un proyecto de investigación en cinco etapas en el mar Caribe, con el uso de uno de los mayores buques de investigación marina de América Latina, cuyo objetivo es estudiar el sargazo en su hábitat natural, identificar las mejores zonas para su recolección y explorar su potencial para mitigar los efectos en las playas y transformarlo en productos útiles.
“El sargazo puede ser aprovechado industrialmente si se gestionan bien las normativas y se avanza en la investigación”, señaló el Dr. Arenas. También invitó a otros países del Caribe a unirse a este proyecto para enfrentar de manera conjunta el problema.
México ya cuenta con un marco regulatorio para la recolección de algas en el Pacífico, que podría adaptarse al sargazo en el Caribe, aplicando permisos, cuotas y normas que protejan la biodiversidad.