El cerebro juega un papel muy importante aquí, ya que además de asociar este sabor con los inicios de la vida, también este busca ese sabor placentero y algunas veces hasta exige darle al paladar esa dosis de dopamina y bienestar que surgen cuando se consumen este tipo de alimentos.

Incluso vemos cómo las emociones podrían verse relacionadas con la alimentación. Como por ejemplo que en momentos de tristeza suelen surgir antojos para hacernos sentir mejor, y que entre más estrés y ansiedad, más alimentos dulces y calóricos buscaremos.

Está claro que el azúcar genera placer, y nos hace segregar dopamina, por lo que comer alimentos ricos en esta, claro que nos dará felicidad. Además que solemos asociarla con momentos de calma y bienestar, por lo que es muy normal hacer hábitos inconscientemente a base de este tipo de emociones.

Además estudios mencionan que si existe una dependencia al azúcar con características muy parecidas a las que se observan con las de las drogas adictivas y que nos señalan que incluso los sistemas neurales de la conducta alimentaria están relacionados. 

El alimento a comparación de una droga si nos dará saciedad hasta cierto punto, por eso podemos dejar de comer. Y también otra gran diferencia es que cuando comemos liberamos dopamina en el primer bocado, pero no en cada bocado, más bien el cerebro manda señales para que se lleve a cabo la repetición de la conducta lo que por ende te hace seguir comiendo y terminarte el bocado, en comparación a una droga, la cual si genera dopamina cada que se consume, por eso se busca cada vez más.

Es bien sabido que el consumo excesivo de alimentos con azúcares añadidas es dañino para la salud, y se ha vuelto un problema de salud pública por ser uno de los factores desencadenantes de enfermedades. Y aunque la recomendación es evitarla, la realidad es que la mayoría de los productos del mercado la contienen. Incluso los de la canasta básica que buscan hacer más apetecibles sus productos, puesto que podemos observar que muchos contienen el logo indicativo de exceso de azúcares. Por lo que es recomendable consumir alimentos naturales o buscar los productos con menos azúcares añadidos.

Y en conclusión, todos vamos a querer nuestra dosis de dopamina de vez en cuando y esta bien, es normal, el humano siempre buscará sentirse bien y para esto te recomiendo incluir alimentos como frutas: la sandía y el plátano, el chocolate obscuro, los lácteos descremados, incluso el aguacate y las almendras te ayudan estimular esta hormona.