Son las historias de amor que alguien me platicó una vez y que me hicieron descubrir en el narrador su esencia humana mas bella.

La primera que recuerdo es de un funcionario público una de mis fuentes informativas con el que llegué una vez a realizar una entrevista y lo encontré mas sonriente que nunca.

Al preguntarle sobre esta actitud que era contagiosa me respondió brevemente “Me acaba de llamar el médico y me hizo el hombre mas feliz del mundo, mi esposa ya no tiene cáncer” y no, no era un recién casado, era alguien que simplemente estaba enamorado como lo sigue aun de su mujer.

Otra me la comentó otra persona a la que admiro profundamente, me platicó de una reciente operación que había sufrido y como hacía también poco tiempo, había dejado de nadar con su esposa en la alberca, por el riesgo latente de que un resbalón pudiera lastimarla en una caída, algo que no se curaba a la primera, especialmente cuando se trata de alguien de mas de 70 años.

Sin embargo al hablar de ella, la referencia y la evocación no es la de un hombre anciano, sino la de un hombre enamorado al hablar de su mujer a la que protege intensamente.

Luego apenas este 13 de febrero una amiga, me dijo que su papá, le había pedido que le ayudara a comprar el regalo del día de los novios para su mamá con la que tiene ni mas ni menos que 27 años de casado.

La causa de la petición de ayuda, muy simple, todo el día andan juntos, ambos jubilados por lo que un regalo sorpresa, es impensable por todas las explicaciones que dará en una salida.

Lo que el no sabe es que el fin de semana, también su hija fue usada por su mamá, para que comprara el regalo que ella le iba a dar y que ella no podía comprar porque andaban juntos en las tiendas.

Entonces la petición fue simple, ya lo escogí, aquí esta el dinero, yo lo entretengo con algo y tu mientras pagas y sacas el regalo y lo pones abajo del asiento del carro para que al bajar paquetes el no se entere que es suyo.

¿Se les hace conocida la historia?

Pero el amor no se limita a la pareja va mas allá, en hombres y mujeres que independientemente de su nivel intelectual, económico y su edad, tienen colgada en su oficina, un trabajo hecho por su hijo hoy universitario o profesionista cuando estaba en el jardín de niños, o una foto en la cartera, o en la pantalla de su computadora.

Estas te reflejan ese amor incondicional hacia un ser que dependiente al 100% tuyo cuando nace, un buen día se convierte en gente grande y aunque sabes que ya puede volar, sigue por siempre siendo tu bebito.

Otra historia más, la de los amigos, esos hermanos que escogemos voluntariamente y que nos quieren tal como somos, lo que no implica que no nos recuerden precisamente como somos.

Son los que están pendientes cuando estamos enfermos o estamos deprimidos, los que pueden desaparecer en el espacio y el tiempo por cuestiones de trabajo, viaje o lo que sea y un buen día regresan y parece que ni un solo día dejamos de verlos.

Feliz Día del Amor y la amistad... y gracias por estas historias.

P.D. Si, sí ando cursi ¿y que???