En 1996, Laura Arvide fue diagnosticada con cáncer de mama por su médico, Eduardo Sáenz. En su caso, la detección del cáncer fue en un momento oportuno, sin embargo, tuvo que someterse a una operación y trasladarse a Mexicali por un periodo de cinco semanas, para su tratamiento de radioterapia.

“El diagnostico fue muy difícil, el piso se le mueve a cualquiera, mi hija tenía 6 años y yo sabía que todo el mundo la podía querer mucho, pero que no iba a estar mejor que conmigo”, precisó.

Tras seguir el tratamiento adecuado, Laura quien es profesora, regresó a Ensenada y fue convocada a una reunión por el Doctor Sáenz.

 Alrededor de 20 pacientes más, se juntaron para hablar sobre la creación del Grupo RETO.

La actual presidenta, se considera una persona afortunada porque recibió el apoyo de sus compañeras, quienes le brindaron sus experiencias, amor, “apapachos” y orientación.

Además de contar con el tratamiento necesario y que su cáncer haya sido diagnosticado a tiempo, “afortunadamente pertenezco a una familia donde somos muy unidos y siempre tuve el apoyo de ellos, todos se unieron a mi alrededor para darme ánimos, ofrecerme su amor, apoyo en cada paso que di, estuvieron conmigo desde mi madre, mis hermanas, mis sobrinos y todos, eso me ayudó mucho”, afirmó.

Después de 15 años, continúa siendo miembro activo del grupo RETO, donde en algún momento le tendieron una mano de ayuda para salir adelante. Hoy en día, para ella es un compromiso moral continuar con las actividades del grupo.

“Nadie nos da nada, no recibimos nada a cambio, al contrario, parte de nuestra vida la estamos dejando aquí con gusto, con amor, porque es nuestra retribución hacia la vida, porque la tenemos y porque algo tenemos que hacer para hacer un cambio”.