El 8 de septiembre un apagón se registró en Baja California, California y Arizona, afectando a más de 5 millones de usuarios en ambos lados de la frontera para quienes la energía eléctrica tardó en regresar entre una hora y mas de 24 del lado norteamericano.

En Ensenada luego de un apagón que inició pocos minutos antes de las 4 de la tarde, la situación tardó horas en volver a la normalidad tras el caos que duró mas de una hora.

La prioridad desde el primer momento fue que los hospitales estuvieran operando sin problemas lo que resultó efectivo porque salvo el ubicado en la 14 y Ruiz que dejó de dar servicio todos contaban con plantas de energía; Hospital General, Clínicas 8, 32 y 25 del IMSS y los Hospitales y Clínicas privadas que mantuvieron su operación regular.

La siguiente prioridad eran vialidades principales de la localidad como son Bulevar Costero, Reforma, Pedro Loyola y Transpeninsular, a lo largo de las cuales se colocaron patrullas para atender contingencias en cruceros estratégicos. No se reportaron accidentes graves.

Alrededor de las 22:00 horas, el 50% de la ciudad tenía ya energía eléctrica.

Otra prioridad fue comunicar a la población lo que ocurría, pero en la ciudad solo las dos estaciones de radio de MVS (ambas en FM), contaron con planta de energía para seguir transmisiones. El resto de las estaciones salieron del aire pese a las reglas que exige la Secretaria de Gobernación y que las obliga a contar con plantas de emergencia.

Los sistemas de comunicación como radio nextel y celulares de diversas empresas, tuvieron problemas a lo largo de la jornada con suspensiones temporales del servicio.

Las escuelas que tenían clases en la tarde y la noche suspendieron actividades.  En la cárcel pública no hubo reporte de problemas.

El sistema de agua potable de la ciudad aparentemente no se colapsó, sin embargo hubo algunas zonas donde se suspendió el servicio y en otras hasta la madrugada había disminuido la presión del agua.

Se generaron derrames de aguas negras en algunas calles.

También las plantas de tratamiento tuvieron problemas en la operación.

En la ciudad hubo compras de pánico, en especial de gasolina, agua, hielo y velas.

Una planta de energía de la CFE es la única que no se colapsó totalmente durante la crisis,  mantuvo en la ciudad a 20 colonias con servicio incluyendo edificio del gobierno municipal.

En el las instalaciones portuaria se dejó de dar servicio de descarga a un barco por falta de energía.

Muchos de los semáforos, luces mercuriales y otros servicios se recuperaron conforme avanzaba la regulación del suministro pero las calles se mantuvieron al oscurecer con poco tráfico.

Mediante un comunicado oficial, la Comisión Federal de Electricidad informó que la causa de la falta de energía eléctrica en ambos lados de la frontera se debió a un problema derivado de la red eléctrica de California y Arizona.

“El apagón se originó luego de que una línea de alto voltaje de 500 kilovoltios de Arizona a California salió de servicio”, informó mediante un comunicado California Independent System Operator Corporation, empresa que regula la distribución eléctrica en la zona.