Octubre: Enfrentamiento militares y policías en S.Q.
Por militar que conducía ebrio y armado
El 13 de octubre del 2011, a punta de pistola militares del 67 batallón de infantería de San Quintín una delegación ubicada a 180 kilómetros al sur de la ciudad de Ensenada, rescataron de las instalaciones de la policía municipal a dos militares, uno de ellos un teniente de nombre Ricardo González Pérez que había sido detenido por conducir en estado de ebriedad y armado.
Los hechos confirmó el Director de la Policía Municipal de Ensenada Luis Alberto Tolosa, se registraron a las 02:30 horas de la madrugada, cuando en una de las calles de la delegación de San Quintín los municipales en su recorrido de rutina detectaron una unidad sospechosa con estrobos y sirenas, no identificada y en exceso de velocidad.
Al detener el vehículo, un Chevrolet pick up de color negro, notaron que el conductor se encontraba en estado de ebriedad y además portaba un arma en la cintura.
Al solicitarle sus generales se identificó como teniente del 67 Batallón de Infantería, Ricardo González Pérez quien era acompañado por una persona pero no traía consigo documentos que lo avalaran como militar.
Los agentes le solicitaron que los acompañaran a la delegación y en el proceso al teniente se le permitió que condujera la unidad custodiado, mientras los policías municipales avisaban al batallón que tenían a una persona que se identificaba como miembro de las fuerzas armadas y que estaría en la delegación.
Al parecer el Teniente aprovechó la buena fe de los policías para llamar por su parte a un grupo de militares que pocos minutos después de arribar a la delegación irrumpió en las instalaciones.
Se trataba de un convoy compuesto por 8 a 10 sujetos, encapuchados que entraron por la fuerza al lugar, cortaron cartucho y amenazaron a los oficiales mientras otros cruzaron la barandilla y realizaron destrozos mientras golpeaban al encargado con la culata del arma larga.
Otros agentes de la delegación presuntamente fueron tirados al suelo donde fueron golpeados por los militares, causando a dos de ellos lesiones de consideración y liberaron a los detenidos, aprovechando el proceso para destruir a su paso instalaciones y evidencia.
Al escapar del lugar derribaron un cerco de postes y alambre de púas que divide la delegación de una propiedad privada.
Después de estos hechos arribaron al lugar otras dos unidades con aproximadamente de 8 a 10 elementos, llegando a bordo el capitán segundo de infantería Noé Vite Rivera, mencionando que el comandante de Batallón Higinio Víctor Marín Cisneros, ordenó que sacaran a todos los elementos del lugar y que se llevaría las armas de cargo las cuales ampara la licencia colectiva 186.
Posteriormente alrededor de las 8:00 horas dichas armas de cargo de los policías municipales les fueron regresadas.
El Director de la Policía explicó que tras estos sucesos se rindió un parte oficial y se informó a la Comandancia de San Quintín, a ya la II Zona militar de los acontecimientos.
Aunado a esto por los daños que se generaron en una propiedad pública el asunto fue turnado a Sindicatura y administración quienes analizan si se presentará una demanda por daños, por tratarse de bienes patrimoniales
Respecto a la relación con los militares, el Director de la Policía explicó que esto no dañará la relación con la milicia, dado que fueron decisiones tomada por militares de menor rango y no se puede modificar una coordinación por acciones erróneas.
Los policías municipales en este proceso mantuvieron pese a la situación de riesgo una posición ecuánime ya que no hubo enfrentamiento pese a que los militares irrumpieron en las instalaciones municipales.