26 horas de amenazas
Extorsionadores ahora desde números locales
Empezó como una llamada
el miércoles 28 de septiembre desde un
teléfono con lada local 646 107 59 08, por lo que nunca sospechó que se
convertiría en la víctima de una extorsión.
Eran las 7:30 horas y a la víctima le dijeron que tenían que
identificar su teléfono porque desde él, se habían registrado llamadas de
extorsión hechas a nombre de un tal
“Héctor”.
Aún sin sospechar que era un engaño, le dijeron que tendrían
que colocar a su teléfono una aplicación y por lo pronto, debía desarmarlo y
comprar otro para lo cual le depositarían mil pesos en una tienda OXXO, a lo que la víctima sin entender que ya lo
habían enganchado accedió.
Le dieron un número de cuenta y se dirigió a un OXXO de la
zona centro de la ciudad, donde cobró el depósito de 1 mil pesos y luego fue a
una tienda a comprar otro teléfono de poco más de 300 pesos mientras
deshabilitaba el suyo.
Cuando estuvieron seguros que su teléfono estaba
desconectado le advirtieron que
obedeciera a lo que le habían dicho y rentara un cuarto de un hotel,
especificándole cual, y que no se moviera del lugar porque ya era vigilado y le
harían daño a él o a su familia si no seguía las instrucciones.
Entró al motel que le indicaron, donde pagó 500 pesos por
una habitación y cada cierto tiempo
recibía llamadas donde le exigían que no se moviera manteniéndolo incomunicado
y amenazado por los extorsionadores.
Poco después de las 8:00 horas, su familia recibió una llamada de extorsión
de otro teléfono con lada local 646, desde el número 102 23 52.
Desde este teléfono les indicaron a los padres de Juan
Carlos que estaba secuestrado y que si no les entregaban 500 mil pesos por su
hijo lo asesinarían.
La amenaza indicaba que no debían informar de lo que ocurría
a las autoridades con amenazas cada vez más fuertes y desde distintos teléfonos
dando inicio las negociaciones.
Los padres de Juan Carlos decidieron dar aviso a las
autoridades quienes le indicaron que todo apuntaba a una extorsión debido a los
números desde los cuales se recibían las llamadas, procediendo a negociar con
los “presuntos secuestradores”.
La familia obedeció las instrucciones de los policías lo que
dio inicio a la búsqueda del joven en diversos hoteles y moteles de la ciudad.
Mientras sus familiares le enviaban mensajes telefónicos e intentaban
localizarlo por diversos medios incluyendo una campaña en redes sociales.
Entre tanto los extorsionadores fueron bajando a sus
demandas y de las 8 de la mañana del 28 de septiembre que pedían por Juan
Carlos medio millón de pesos, pasaron a 20 mil pesos antes de las 11:00 horas de
este 29 de septiembre.
Juan Carlos, de acuerdo a su declaración tomó en el motel
que le indicaron el cuarto número 11 con la consigna de que una muchacha
acudiría a realizar la aplicación a su teléfono y agregaron que si veía llegar
a una patrulla o un conocido que lo buscaba en el sitio, que no saliera de su
cuarto porque matarían a sus familiares.
A lo largo del día llegaron al lugar familiares, patrullas
de distintas corporaciones, pero el joven asustado se mantuvo encerrado ante el
temor de que cumplieran amenazas ya que cada cierto tiempo estas eran
realizadas en medio de insultos y amenazas las llamadas por diferentes personas
y desde distintos números siempre.
Uno de estos quien parecía ser el jefe se identificaba como
El Tigre.
El Subprocurador Marco Antonio Chavarría, precisó que desde
que se presentó la denuncia, supieron que se trataba de una extorsión por la
coincidencia con el número telefónico
desde el que llamaron a la mamá de Juan Carlos.
Este teléfono ya había sido usado en una o dos extorsiones
previas por lo que atendieron a la mamá y le pidieron que no depositara ya que
su hijo estaba a salvo y debía estar oculto, por el temor de que quienes
estaban en riesgo eran ellos, su papá y su mamá.
En las llamadas las amenazas cada vez eran más terribles y
el miedo de que en efecto tuvieran al joven estaba latente en la familia y sus
allegados.
La última llamada que recibió Juan Carlos fue hoy, a las
5:30 horas de la madrugada, a lo largo del día, había recibido más de una docena de llamadas desde
distintos números que quedaron registrados.
A las 11 horas de hoy, luego de que pararan las llamadas, el
joven salió del motel donde estaba escondido y se dirigió al centro. En el
camino encontró a un familiar que le explicó lo que había ocurrido por lo que
se reportó finalmente con sus padres.
Estaba sano y salvo y sus padres no pagaron nunca la
exigencia de los extorsionadores que los mantuvieron bajo amenazas por más de
24 horas.
Estos son los números vinculados a estos hechos.
646 162 31 56
646 108 83 02
646 137 03 40
646 257 16 82
646 192 31 56
223 97 01
016 195 117 855
332 221 84 07 de Guadalajara
646 102 23 52
661 107 56 08 de
Playas de Rosarito
664 731 71 62 de
Tijuana
646 107 59 08.