Aunque cepillarse los dientes y usar hilo dental son prácticas básicas y esenciales, existen otros hábitos menos comunes que pueden marcar la diferencia en el cuidado de nuestra boca. A continuación, te presentamos consejos prácticos que puedes incorporar fácilmente en tu rutina diaria:

1. Cepillado en lengua y mejillas

Aunque muchos se concentran únicamente en los dientes, limpiar la lengua y las mejillas internas es fundamental para eliminar bacterias y prevenir el mal aliento. Utiliza un raspador lingual o el reverso de tu cepillo para realizar esta tarea.

2. Incluye alimentos que promuevan la salud bucal

Incorpora a tu dieta alimentos como manzanas, zanahorias y apio. Estos funcionan como “cepillos” naturales que limpian los dientes mientras masticas. También, los lácteos como el queso y el yogur fortalecen el esmalte dental gracias a su contenido de calcio y fosfato.

3.Cambia tu cepillo según las estaciones

Aunque parece obvio, muchas personas no renuevan su cepillo con la frecuencia adecuada. Cámbialo cada tres meses o cuando las cerdas se desgasten para garantizar una limpieza efectiva.

4. Hidrátate adecuadamente

La saliva es clave para proteger los dientes y las encías. Beber suficiente agua ayuda a mantener una adecuada producción de saliva, reduciendo el riesgo de caries y mal aliento.

5. Una dieta "amigable" con tu sonrisa

Incorpora alimentos que fortalezcan los dientes, como lácteos ricos en calcio, frutas y verduras crujientes que estimulan la producción de saliva, y té verde, que contiene compuestos antibacterianos naturales. Evita bebidas ácidas y azucaradas para prevenir el daño al esmalte.

6. Hilo dental nocturno y limpieza interdental

Aunque el hilo dental es un clásico, muchos no lo usan correctamente. Es crucial pasar el hilo antes de dormir para eliminar restos de comida y evitar la formación de sarro entre los dientes. También considera los cepillos interdentales, ideales para espacios reducidos.

7. Evita enjuagues bucales con alcohol

Opta por enjuagues bucales sin alcohol para evitar resecar la boca. Una boca seca es más propensa a desarrollar caries y mal aliento.

8. Consulta preventiva y no reactiva

Establece como propósito realizar dos visitas al dentista al año, incluso si no tienes molestias. Las revisiones regulares pueden detectar problemas en etapas tempranas y prevenir complicaciones mayores.

Cuidar la salud bucal es un propósito que va más allá de mantener una sonrisa estética. Es una inversión en tu bienestar integral y en tu calidad de vida. Este año nuevo, haz que tu sonrisa sea el reflejo de tu compromiso con una mejor versión de ti mismo.