Unas clases de política, otras de diplomacia, unas poquitas de sentido común, una dosis de buen humor y un toque de buena suerte o de plano una limpia, requiere urgentemente el alcalde de Ensenada y su cuerpo edílico, que no idílico.
Nunca en tan poco tiempo un presidente municipal y sus regidores, vamos ni en el peor momento de Daniel Quintero, la ineficacia, la terquedad, la radicalización en las posturas y sobre todo la víscera estuvieron tan presentes en un gobierno municipal.
En apenas un mes de gestiones al alcalde le ha pasado lo que a todos los demás les pasa en el primer año, para gusto de los periodistas a quienes nos ha dado mucha tela de donde cortar y malestar de trabajadores, empresarios, ciudadanos, policías y todos aquellos a quienes los anuncios del alcalde ya le provocan miedo.
La primera pifia, la realizaron los regidores, un autoaumento a su salario que provocó una rechifla pública, que les hizo dar reversa en unos pocos días, lo bueno de esto es que nos dieron a todos los periodistas hojas y hojas de información, por cierto en días donde no pasa nada, gracias a nombre de todos.
La segunda, fue la reversa sin retrovisor, o lo que es lo mismo, hablar sin la respectiva conexión cerebral que luego también tuvieron que dar marcha atrás y en el camino eliminar las compensaciones a cientos de trabajadores.
La tercera otra vez el mismo asunto que la verdad ya empezaba a aburrirnos a todos, donde por cierto la mayoría ya olvidó en que quedó.
La cuarta metida de pata, el asunto del IMIP, que en realidad estaba en la primera parte, se aprobó la cancelación de los recursos del instituto con el alza de los salarios de los regidores ocasionando con esto el malestar entre el sector empresarial, unos cuantos diría el alcalde.
La quinta, en el desayuno de la semana pasada con los periodistas por decir públicamente que el IMIP había sido una imposición de Quintero, cuando ante un notario público se comprometió a llevarlo a cabo, señal de que nunca le informaron de que se trataba, o dijo que si por salir del paso, y firmó con notario sin saber que era.
Ojo, así podría firmar su renuncia.
El sexto error el pleito con el sindicato por las bases sindicales de último minuto, regalo de la administración anterior y que anunció antes de negociar.
Dice el alcalde que a el lo engaño el Dirigente Gerardo Castro Peralta, porque le dijo que solo eran 25... mas grave aún, hay que leer periódicos, ver televisión y escuchar noticieros, todos los medios lo repitieron una y otra vez y nunca se dijo que eran 25 siempre se manejaron 300.
Lo peor es que en un hecho que pudo haber sido aplaudido por las trampas del dirigente de los burócratas y sus bases dadas a varios aviadores, el asunto pudiera revertirse a favor de Castro Peralta y todo por un error de táctica.
El séptimo error, el que todos han notado es público, notorio notable y grave... el que se enoja pierde y en su caso, nadie cuenta los cigarros como el hacía cuando regidor con Jesús del Palacio como presidente municipal, cuidado, las decisiones en medio de un berrinche no son buenas y en el caso del alcalde todos las han notado.
El octavo y mas grave de todos, escoger las festividades navideñas para anunciar recortes o despidos y encima hacer brindis...... es de ABC.
Imagino el brindis, Les tengo dos noticias, la buena feliz año nuevo, la mala están despedidos.
El noveno, no tiene quien lo asesore, quien le pare los goles y quien le informe lo que sucede a su alrededor o el no quiere atender entender o escuchar.
El décimo, señor presidente, no se pelee con los medios de comunicación, no intente comprarlos, no los ignore, ódienos si quiere pero sin demostrarlo públicamente y si es posible, búsquese un asesor en esta materia es urgente.