El 4 de agosto del 2005, la entonces Subprocuradora de Zona en Ensenada Sonia Patricia Navarro alertó en una entrevista a ensenada.net y a noticieros Televisa, sobre la presencia de un comando que operaba en la ciudad usando vestimenta de policías y solicitaba apoyo ciudadano para detenerlos.
Esta agrupación, advirtió entonces la Subrprocuradora, (Buscar Rómulo Molina) en ensenada.net, estaba presuntamente involucrado en el secuestro y asesinato de Rómulo Molina Michel quien fue “levantado” el 7 de junio con otra persona y luego ambos ya muertos el 20 de junio del 2005, fueron abandonados en un baldío ubicado atrás de la Iglesia de San Judas Tadeo en Valle Dorado.
La Subprocuradora señaló entonces: “ Por la forma de operar, se presume que pudieran estar involucrados exmilitares y no se descarta que puedan estar vinculados elementos negativos de corporaciones policiacas porque estas curiosamente no han estado cerca cuando han ocurrido los ilícitos”.
Dos días después la PGR desmintió la posible presencia de un Comando, sin embargo el 11 de agosto hubo un nuevo secuestro que en ensenada.net se publicó como intento, debido a la petición de familiares y donde el secuestrado logró escapar dos días después, lo que desencadenó horas mas tarde el 15 de agosto del 2005 las capturas iniciales.
Las primeras capturas.
El 15 de agosto del 2005 con la información que se había obtenido y derivado de las investigaciones de la Procuraduría de Justicia del Estado y debido al riesgo que implicaba esta investigación ya había sumado al esto de las corporaciones civiles y militares.
Así a lo largo de ese día se detuvo a 11 de los policías que conformaban el comando negro 10 agentes municipales y uno de la PEP.
El Grupo de Coordinación Baja California, integrado por la PGR, SEDENA, PGJE, SSPE, Secretaría de Marina, y Policía Municipal de Ensenada, informó entonces de dicho aseguramiento
Para esto se realizaron una serie de operativos en la ciudad de Ensenada donde se logró capturar a 11 de los involucrados, sin embargo, los dos presuntos cabecillas, Rosario Flores Rojas y Rogelio Casillas Pory, escaparon entonces al lograr brincar la barda de la vivienda del segundo, ubicado en la Colonia Hidalgo.
La banda fue señalada como responsable de dedicarse a secuestros en la modalidad de levantones y ejecuciones cometidos en el puerto de Ensenada teniendo como mecanismo principalmente el narcotráfico y el cobro de plaza, relacionados con el cártel de los Arellano Félix.
En este operativo se decomisaron vehículos, armamento y droga.
Todos los detenidos eran agentes policíacos del Puerto de Ensenada.