Por eso Juan Carlos Osorio, el estratega colombiano que cobra como director técnico de la Selección Mexicana de Fútbol, se la pasa improvisando.

Quita y pone jugadores, los cambia de posición; los mide, prueba y expone. Y, hasta ahorita, los dividendos les ha sido favorables.

Es el estilo “Osorio”, pues.

Pero eso es en el fútbol.

En el ejercicio de administrar una entidad de gobierno, la improvisación no puede ni debe ser una herramienta de uso común.

Hacerlo solo evidencia pobreza de proyecto, ausencia de estrategia y un limitado recurso humano.

Marco Novelo Osuna, nuestro alcalde, está inmerso en esa inapropiada e improductiva improvisación. Así suma meses, casi los mismos que lleva al frente de la comuna.

Novelo, quien prometió recurrir a elementos probados y calificados para cada dependencia, terminó por improvisar. Y la improvisación le ha salido cara, cara a él y cara a los ensenadenses.

En el ejercicio gubernamental, entonces, improvisar no es la vía apropiada para lograr mejores dividendos. Ni es lo correcto, ni la sociedad está para experimentos. Menos ahora, en estos tiempos de hartas complicaciones y de tantas exigencias.

Novelo tiene que entender y aceptar que no dirige un equipo de futbol, que no puede mover a sus jugadores de posición en posición. Que aquí, en su chamba, no hay tres puntos en disputa ni un adversario al que confundir.

Que las posiciones en su equipo deben estar ocupadas por las y los mejores elementos, por los probados y capaces. Por aquellos que le rindan buenos resultados y no dolores de cabeza.

En el futbol la improvisación es una herramienta que permite experimentar, que da margen a la medición y a la corrección de lo que no funciona.

En el ejercicio de Gobierno la improvisación desgasta y lastima, genera incertidumbre y desconfianza.

No lo es mismo, pues, dirigir un equipo que gobernar un municipio.

Marco Novelo, no me queda la menor duda, es un hombre de buenas intenciones. Estoy seguro que desea como todos lo mejor para Ensenada.

Pero entre el desear y el bien hacer, hay leguas de distancia. Novelo está en tiempo de abonarle orden y estrategia a su equipo.

Y es que de improvisaciones ya fueron muchos meses y muchos yerros.

Que eso se lo deje a Osorio.