Un desastre ambiental se cierne desde enero del 2019 sobre la Bahía de Ensenada cuando el buque Triumph M/V abandonado con 273 toneladas métricas de combustible y 47 mil toneladas de bauxita empezó a hacer agua mientras se hallaba fondeado.
El barco carguero, ingresó al Puerto de Ensenada mediante arribada forzosa hace tres años, debido a la descompostura de una de sus máquinas que lo dejó a la deriva en aguas del Pacífico entre Ensenada y Hawai a principios de agosto del 2017 y remolcado a Ensenada se ha convertido en parte del paisaje de la Bahía.
De acuerdo a documentos en poder de Ensenada Net, la embarcación de 190 metros de eslora (largo) y 30 de manga (ancho) entró bajo registro de la empresa Triumph Maritime Limited con base en Grecia pero abanderado por Islas Marshall.
El Triumph Había salido de Jamaica y se dirigía a China vía canal de Panamá con una tripulación de Myamar cuando a más de la mitad de su destino ocurrió el problema en máquinas quedando prácticamente a la deriva.
Un remolcador de Estados Unidos, el Michelle Foss lo condujo a este puerto donde entró para atracarse en uno de los muelles de la API el 14 de agosto del 2017 y a principios de septiembre del mismo año fondearse en la Bahía mientras daban inicio las reparaciones de la nave que finalmente concluyeron cuatro meses después, en enero del 2018.
Poco antes de buscar el zarpe, en febrero de ese mismo año una empresa extranjera Danmar Shipmanagennment, también Griega, solicitó un embargo precautorio contra la empresa Triumph Maritime Limited que fue notificada a las autoridades mexicanas paralizando con ello la posibilidad de que se le diera al Triumph el despacho de salida solicitado para continuar su viaje.
Unas semanas más tarde en marzo, el capitán del barco, notificó que no les habían pagado y a bordo del buque escaseaban ya alimentos, agua y presuntamente combustible para mantener siquiera luz a bordo.
Dos meses después, en mayo del 2018, autoridades mexicanas ordenaron repatriar a los 18 tripulantes del buque y estos sin réplica y tras cubrir con el seguro que aún estaba vigente salarios y boletos fueron desembarcados para viajar a su país de origen.
El buque quedó abandonado entonces sin personal a bordo y con vigilancia a cargo de México.
Unos meses después en agosto del 2018, apareció un nuevo actor en esta historia, un ciudadano Hindú de la compañía Wallem Shipmanagement LTD con sede en Hong Kong identificándose como la persona comisionada para tomar posesión del Triumph y reactivarlo por lo cual, a finales de septiembre y luego de numerosos trámites el buque fue entregado al Hindú, manteniendo el embargo.
Llegaron a Ensenada otros seis extranjeros, chinos quienes formarían parte de la nueva tripulación y dieron inicio así a otras reparaciones de la embarcación fondeada mientras solicitaban una serie de créditos para reactivar el buque.
Sin embargo, pocos días antes de navidad el nuevo personal que tripularía el Triumph desembarcaron y se marcharon de Ensenada dejando de nuevo el buque abandonado.
Dio inicio entonces una serie de papeleos que involucran autoridades y empresas privadas afectadas económicamente por las deudas de representantes del buque y la urgencia de que alguien cuidara la embarcación en medio de la Bahía.
Pero el 14 de enero del 2019, la misma semana que olas gigantescas inundaron una zona del recinto portuario, el Triumph empezó a hacer agua y quienes lo vigilaban hallaron inundado el cuarto de máquinas dando inicio así a un procedimiento para evitar que el barco pudiera hundirse mediante bomba de achique que son las que mantienen el barco a flote desde hace 19 meses, con el riesgo latente de hundimiento.
El proceso legal en el que se encuentra el buque se dirime desde el primer momento en el Juzgado Octavo de Distrito.
En este lapso los últimos 19 meses que el barco ha estado en riesgo de hundirse la nave a causa de las marejadas que ha enfrentado empezó a garrear el ancla para ser arrastrado rumbo a la costa por lo que varios remolcadores tuvieron que salir de forma urgente a mover la embarcación aguas adentro.
El riesgo es que el Triumph “garreé y derive” rumbo a la costa para quedarse varado en la arena como ocurrió alguna vez con el APL Panamá en las playas cercanas al Estero uno de los sitios Ramsar más importantes de Baja California.
Pero eso no es todo, si el buque sufriera el rompimiento del casco ya que requiere de una profundidad mínima de 13 metros para flotar a bordo del mismo hay 273 mil litros de hidrocarburos, entre diesel y combustóleo que pudieran derramarse en la zona donde se ubican algunos de los cultivos más importantes de moluscos bivalvos de Baja California.
Hay dos empresas en la zona Acuacultura Oceánica y Bivalva que han externado las autoridades el temor de un derrame de hidrocarburos en la Bahía de Ensenada y el impacto que esto ocasionará no solo en sus cultivos sino en el estero y en las playas de la Joya, Punta Banda, el Estero, Mona Lisa, Nueva España, El Ciprés.
El litigio del buque se mantiene en suspenso, debido a los problemas que se enfrentaron por la pandemia, suspendiéndose al menos cuatro audiencias o faltando a las mismas los representantes legales.
Hay un grupo de abogados que defiende a las partes actoras pero si bien el embargo se encuentra en el Juzgado Octavo de Distrito con sede en Ensenada, el litigio mayor está en tribunales internacionales en Londres.
El objetivo actualmente es que el buque embargado se pueda mover del fondeo donde se encuentra, aligerar su carga y que pueda ingresar a Puerto a uno de los muelles de Infraestructura y Servicios Portuarios pero para hacerlo deberían de aligerar la carga para cruzar el canal de navegación debido a la calado del Triumph superior a 12 metros.
El muelle más profundo de la API tiene 16.5 de calado para buques de altura.
Las alertas sobre el riesgo del Triumph han sido manifestadas ya por personal especializado de la II Zona Naval, sobre quien han recaído parte de los costos de mantenimiento superiores a los 6 millones de pesos hasta septiembre del 2019.
Al cumplirse este 14 de agosto el tercer año del Triumph fondeado en la Bahía de Ensenada, su situación lejos de mejorar ha empeorado, abandonado, haciendo agua y con el riesgo de que se hunda con su carga a bordo.
Esta carga incluye 273 mil litros de hidrocarburos que se derramarían a menos de 3 millas de la costa con las multimillonarias pérdidas de un desastre ambiental anunciado.