El urólogo del Hospital General de Ensenada (HGE), Guillermo Antonio Ruíz Espinosa, explicó que la mayoría de los casos son curables al detectarse a tiempo, pero que al ser una enfermedad silenciosa, que no presenta síntomas hasta llegar a su etapa avanzada, es importante que los hombres se realicen la autoexploración cada mes a partir de los 40 años, principalmente quienes tienen antecedentes hereditarios.

Informó que, esta práctica consiste en revisar los testículos de manera recurrente para detectar anomalías. La forma correcta de realizarla es utilizando ambas manos en cada testículo, colocando los dedos índice y medio debajo de estos y el pulgar encima, posteriormente palpar la zona y prestar atención a cualquier bulto sobre o dentro los mismos.

Ruiz Espinosa hizo hincapié, que en caso de encontrar alguna anomalía o detectar cambios en la forma de orinar, disminución de chorro, y/o aumento de las veces que va al baño sin causa aparente, deben acudir al centro de salud de su preferencia para su valoración, y en su caso obtener una referencia al HGE con el urólogo para la realización de la prueba prostática.