La industria restaurantera nacional se enfrenta a una nueva realidad después de haberse hecho “chiquita” con una caída de 650 en 2019 a 600 mil afiliados en 2022 por efecto de la pandemia, señaló Germán F. González Bernal, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac) en el país.
Durante un desayuno empresarial, al que fue acompañado por el vicepresidente nacional Miguel Ángel Badiola y de los dirigentes de las delegaciones Ensenada y Rosarito Iván Nolasco Cruz y Alán Bautista, González Bernal, habló del “Entorno Restaurantero en México”, ante representantes del sector, hoteleros, productores y funcionarios públicos.
El presidente nacional de Canirac destacó que la industria restaurantera representa el 12.2% de todas las unidades de negocios del país, representa el 2% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y 15% del PIB turístico e impacta 23 ramos de la economía.
Los restaurantes generan más de 2 millones de empleos a nivel nacional, 58% de éstos son mujeres y la mitad de éstas son jefas de familia, destacó.
Sin embargo, dijo que después de la pandemia la industria transita por una cuesta llena de retos como la alta inflación real del 20%, más allá del reporte 8.5% oficial, alta rotación de personal, la falta de promoción, necesidad de mejores esquemas laborales, falta de una mejor regulación y simplificación administrativa.
González Bernal fustigó a dependencias de los gobiernos federal, estatal y municipal que aún no tienen digitalizados sus procesos a través del internet e imponen la renovación cada año de requisitos que son los mismos, solo como una medida recaudatoria que no tiene razón de ser.
“Si no hay apoyos, que por lo menos no nos hagan la vida tan complicada”, manifestó.
En otro orden de ideas, subrayó los cambios en los comportamientos de consumo después de la pandemia, a partir de la cual las 65% de las personan prefieren consumir los alimentos en sus hogares o en su trabajo y solo el 35% sigue yendo a los lugares.
Ante ese reto los empresarios tienen que replantear su operación y en algunos casos reconfigurar sus restaurantes con cocinas más grandes, ampliar sus áreas de caja y entrega, así como mejorar la calidad de sus servicios y la experiencia de sus clientes.
Otra situación que debe cambiar, apuntó, es la relación con el recurso humano, ya que la tendencia en la demanda de los jóvenes es contar con mayor flexibilidad laboral, situación a la que se debe sumar una relación distinta entre empleador y trabajador, para que este reciba mayores y mejores beneficios.
El dirigente se refirió a varios aspectos que antes no estaban entre las prioridades, pero que hoy se deben atender como la sustentabilidad, la tecnología no solo en el plano digital y de internet, sino de los equipos para procesar los alimentos, manejo de la data y el confinamiento de los residuos.
Germán F. González Bernal destacó la unidad que existe en el sector restaurantero, condición indispensable para ser escuchados por los gobiernos federal, estatal y municipal ante los cuáles la Canirac debe ser un órgano obligado de consulta ante cualquier cambio que se proponga.