Investigadores de la Unidad de Transferencia Tecnológica Tepic del CICESE (CICESE-UT³) aprovechan los avances tecnológicos, y en específico los métodos computacionales, para desarrollar herramientas que contribuyan a la comunicación entre perros de servicio y humanos, en beneficio de pacientes y personas en situación de riesgo.
Estos esfuerzos se reúnen en el proyecto Tzuku, que significa 'perro' en lengua wixárika. El proyecto es liderado por la Unidad Tepic del CICESE y cuenta con la colaboración de especialistas de la Universidad Autónoma de Yucatán, la Universidad Autónoma de Tlaxcala y el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE); es financiado con la convocatoria de Ciencia de Frontera 2019 del Conacyt.
Humberto Pérez Espinoza, investigador del CICESE Unidad Tepic y responsable técnico del proyecto, apuntó que en la investigación se aplican tecnologías como internet de las cosas, aprendizaje automático e inteligencia artificial para desarrollar interfaces que faciliten la comunicación entre humanos y perros de servicio.
Ya sea a través de sus ladridos, sus posturas, movimientos o acciones, los perros se comunican con los humanos, un proceso que cobra relevancia cuando se trata de perros de búsqueda y asistencia: la eficiencia de su comunicación puede traducirse en algo tan crítico como ayudar a un paciente o salvar una vida.
"Tenemos que pensar cómo podría ser una interfaz que sea alcanzable en el estado actual de la tecnología y además que sea práctica, que sea útil para las aplicaciones de interés, como por ejemplo en nuestro caso, perros de búsqueda y perros de asistencia", comentó el investigador.
Marcaje, el objetivo principal
Los desarrollos derivados del proyecto Tzuku son diversos, pero se ha establecido como objetivo principal el marcaje, un término que los entrenadores de perros de búsqueda y asistencia utilizan para referirse a que el perro está indicando algo relevante.
Esto significa que aunque los prototipos sean variados, todos tienen en común que apoyan en ese momento crucial en el que el perro, previamente entrenado para ello, desea señalar algo.
Otro criterio que delimita al proyecto Tzuku es el enfoque en interfaces naturales de usuario. Humberto Pérez explicó que este tipo de interfaces son aquellas en las que no se necesita manipular un objeto, sino que operan con señales o comandos.
Bajo estos criterios ya fue desarrollado el prototipo de una alarma médica que se activa mediante ladridos.
Humberto Pérez detalló que el sistema fue diseñado para que lo usen en casa pacientes con padecimientos como epilepsia o ansiedad.
Por medio de una bocina inteligente, la alarma se activará automáticamente al identificar los ladridos de marcaje de los perros cuando el paciente tiene un ataque, se desmaya o cae.
Otro prototipo consiste en un sistema de visión para la detección de acciones y posturas de perros, que tiene la capacidad de detectar en video dónde se ubica el perro, dónde está su hocico y si está, por ejemplo, mostrando sus colmillos.
Un sistema que funciona con un esqueleto que se ajusta con puntos clave en el cuerpo del perro para seguir sus movimientos, es otro de los prototipos desarrollados como parte del proyecto Tzuku, con el que se pueden detectar movimientos del animal que sean de interés porque comunican incidentes relevantes.
"Si el perro mueve la cola sabemos que puede significar algo o si la tiene erguida o si la tiene hacia abajo, pueden significar diferentes cosas, lo mismo que sus orejas y sus patas, eso nos permite saber si el perro tiene alguna postura específica o está realizando alguna acción en específico", refirió el investigador.
El cuarto desarrollo se trata de una interfaz que consiste en un chaleco con sensores como acelerómetro, sensor de ritmo cardiaco y GPS que permite conocer, con datos biométricos, tanto el estado físico del perro como sus movimientos y acciones; esta es otra forma de obtener información del animal.
Aunado a las interfaces, el equipo de especialistas también trabaja en el desarrollo de aplicaciones que interpreten la información que se recaba del comportamiento del perro y generar reportes relevantes para los entrenadores, con el propósito de mejorar sus procesos de entrenamiento y la operación durante desastres.
Humberto Pérez advierte que, aunque todavía hay mucho camino por recorrer en el desarrollo de estas tecnologías, ya es posible aplicar y aprovechar los métodos computacionales para facilitar la misión de los perros de búsqueda y asistencia: salvar vidas.