Ni para objeto de estudio ni para exhibición deben ser utilizados los restos de entierros de etnias yumanas y/o Jollanas, que fueron localizados durante excavaciones previas a la construcción de la ampliación de instalaciones de Energía Costa Azul (ECA) en el municipio de Ensenada reclamaron miembros de etnias nativas de Baja California.
El viernes 28 de abril, autoridades tradicionales de pueblos nativos de Baja California se reunieron en el CEARTE, para analizar las medidas que tomarán en torno a lo que ellos llaman “un saqueo de entierros de sus ancestros”.
Buscan recuperar estos restos, localizados en 16 antiguos entierros y 2 cremaciones que fueron encontradas durante excavaciones en terrenos de ECA y que se estima pudieran tener entre 1 mil 500 y 3 mil años, restos que fueron rescatados en trabajos efectuados por arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) entre el 2019 y el 2022.
Luego de estos hallazgos, que fueron dados a conocer el pasado 30 de marzo y dieron vuelta al mundo, por la relevancia de los mismos como parte de la historia de la península de Baja California, existe malestar entre las etnias nativas, para quienes estos restos arqueológicos, son las tumbas ahora profanadas de sus ancestros.
Pese a que reconocen no estar seguros a cual de las etnias nativas, pudieran pertenecer, algo tienen claro, son sus antepasados y hay que dejarlos descansar en paz.
María de los Ángeles Carrillo Silva, autoridad tradicional de la comunidad de Kumiay de San José de la Zorra, ubicada en el Centro Norte del Municipio de Ensenada apuntó: “Están sacando a nuestros antepasados, nos reunimos para ver como rescatamos a nuestros antepasados porque no somos objeto de exhibición ni estudio ni nada de eso, por eso nosotros queremos que se respeten”.
Precisó que si bien no hay claridad de que la zona fuera un cementerio, tal como se conocen en la actualidad, sus antepasados estaban desde la alta California hasta la Baja California, “Donde quiera que había asentamientos ahí fallecían y ahí los sepultaban y de lo que si estamos seguros es que son nuestros antepasados”.
“No sabemos a qué etnia pertenecen, pero de lo que estamos seguros es que son Yumanos, de alguna de las cinco etnias que hay aquí en Baja California”.
Sobre el significado de perturbar a los muertos aclaró: “Es como todo, se tiene que respetar a los antepasados y cualquier persona que se le haya dado una cristina sepultura o una sepultura digna, se tiene que respetar, no tienen que estar perturbando ahí la gente que ya falleció”.
Sobre la posibilidad de análisis forenses que pudiera beneficiarlos incluso para establecer una línea de tiempo que determine la pertenencia a una de las etnias nativas apuntó: “No nos interesa eso, solo que dejen descansar en paz a nuestros antepasados, es lo que nosotros queremos exigimos respeto a nuestros ancdestros”
Por su parte Norma Meza Calles autoridad tradicional Kumiai de Juntas de Neji, en Tecate, apuntó que buscaban ponernos de acuerdo entre todos los grupos nativos para revisar lo que están sacando.
“Los ancestros cuando se enterraban es sagrado para nosotros y queremos ver eso, es momento de ponernos de acuerdo”.
“Se tiene que respetar los usos y tradiciones de cada comunidad, porque para nosotros es muy sagrado cuando enterramos a un difunto y es lo que queremos que se respete, ya es tiempo que en el INAH esté gente indígena, cuidando para que no saquen esos huesos y hagan el saqueo y profanar sus tumbas”.
Apuntó: “Estoy segura que no le gustaría a nadie de los que estamos aquí que profanaran tumbas de los abuelos de sus papás, una iglesia. Se debe respetar a las comunidades indígenas, a los que están descansando”.
Respecto a revisar restos para establecer líneas de tiempo e incluso determinar enfermedades y otras condiciones dijo: “No, pueden hacerlo con nosotros estamos vivos a los muertos déjalos descansar, a los huesos. Aquí estamos vivos los nativos, no tenemos ni médicos y atención real, como es posible que estudien a los difuntos no es lógico. Para nosotros es un lugar sagrado y es morir y descansar para siempre en un lugar.
Tras una larga reunión en el CEARTE que incluyó al inicio una ceremonia con algunas autoridades tradicionales de las comunidades, descendientes y nativos además de funcionarios del Instituto Nacional para los Pueblos Indígenas INPI, se acordó realizar una nueva concentración.
Participarán el próximo 8 de mayo en una manifestación y reunión posterior con autoridades del INAH.
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