La Secretaría de Salud de Baja California se une a la conmemoración del Día Mundial de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal, que se celebra el 19 de mayo, fecha que brinda la oportunidad de aumentar la conciencia pública sobre esta enfermedad crónica, promover la importancia de la detección temprana, el diagnóstico preciso y el acceso a un tratamiento adecuado.
El subdirector General de Salud del ISESALUD, Néstor Saúl Hernández Milán, informó que la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) es un término utilizado para describir un grupo de trastornos inflamatorios crónicos del intestino, entre los que se incluyen la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Estas afecciones pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes las padecen, ya que pueden causar síntomas como diarrea crónica, dolor abdominal, pérdida de peso y fatiga extrema.
En México, se estima que alrededor de 120,000 personas viven con enfermedad inflamatoria intestinal. Esta cifra demuestra la importancia de abordar adecuadamente esta enfermedad y garantizar que aquellos que la padecen tengan acceso a una atención médica de calidad. La Secretaría de Salud de Baja California trabaja de manera constante para mejorar la atención y el apoyo a los pacientes con EII en la región.
En el Estado de Baja California, se cuenta con médicos especialistas en el tema, así que se tiene garantizada la disponibilidad de servicios de salud y tratamientos adecuados. Hay compromiso de promover la investigación y la formación continua de los profesionales de la salud para mejorar la atención a los pacientes.
Además, la Secretaría de Salud de Baja California se suma a los esfuerzos internacionales para concientizar sobre la Enfermedad Inflamatoria Intestinal; algunos factores que la predisponen son: antecedentes familiares de colitis y de enfermedad de Crohn, así como el consumo inadecuado de alimentos, el uso prolongado de antibióticos y el tabaquismo.
En este sentido, Hernández Milán exhortó a la comunidad a buscar atención médica si experimentan síntomas persistentes. La detección temprana y el tratamiento oportuno pueden marcar la diferencia en la calidad de vida de las personas afectadas.