Paseos en las playas de Ensenada durante la pandemia, paisajes redescubiertos con aves migratorias y locales que en distintas temporadas del año visitan la región, le dejaron a la ciudad un regalo en forma de libro sobre Aves de la Lagunita y otros Humedales de Ensenada de Naboru Takeuchi.
Es un libro más del Doctor Naboru Takeuchi uno de los científicos y divulgadores de ciencia para todo público, más prolíficos de Baja California que experto en Física y Nanociencias por la UNAM se asombra por cuestiones cotidianas y científico al fin, busca conocer más para compartirlo.
Presentado apenas este jueves en la Biblioteca Pública Benito Juárez de Ensenada el libro Aves de la Lagunita y otros humedales de Ensenada es un hermoso documento donde no solo reúne cientos de fotografías de las aves que podemos observar en nuestras costas y playas, sino que explica brevemente características de la especie.
Entrevistado al final de su presentación, Takeuchi, apunta que no intenta ser de ninguna manera un manual para identificar las aves, pero para quienes disfrutan de un paseo por los alrededores de la Lagunita en cualquier época del año, por las playas, arroyos y costas, puede compararlas y conocerlas un poco más.
Recuerda que a mediados del 2020, poco después que la Organización Mundial de la Salud declaró el brote del COVID-19 como pandemia y mandó al mundo a resguardarse en su casa, rectificó y recomendó a la sociedad actividades al aire libre.
Takeuchi se lo tomó en serio y junto con su esposa Marisol, empezó a dar largos paseos por la playa de Ensenada, en las inmediaciones de la Lagunita donde en poco tiempo, las aves que visitan el sitio en diversas temporadas del año, empezaron a captar su atención.
Poco a poco empezó a fotografiarlas y en el proceso, logró cientos de imágenes, hubo de todo; hermosas, espectaculares, curiosas, tiernas que captaban a garzas, patos, gansos, chorlos, playeros, pelícanos, águilas pasando por colibrís y zopilotes en su hábitat natural.
“hay diferentes clases, yo no las conocía, yo realmente antes de esta experiencia no me preocupaba mucho por las aves, pero entonces al ver tantas y tan bonitas, entonces dije, quiero saber qué clase de aves son, de dónde vienen”.
Agrega: “Yo sabía que eran migratorias, pero no con exactitud cuales y cuando llegaban y entonces dije, bueno, tengo que saber un poquito más sobre ellas… tenía que tener como un registro para lograrlo y entonces comencé a tomarles fotos e íbamos a la playa y yo tomaba muchas fotos y luego, a buscarlas en internet y después de un rato entonces me compré muchos libros de aves porque a veces en internet no hay información suficiente”.
“Después de un tiempo tomando fotos comenzó a llover; ese año había sido seco y solamente comenzó a llover en diciembre y entonces de pronto se formó la lagunita y con la lagunita llegaron muchísimas otras aves era algo impresionante”.
Muchas de las aves eran muy bonitas -cuenta- por lo que envió algunas a su hijo que hacía una maestría en Kyoto,en Japón.
“Como decía ahorita en la presentación, mi hijo es muy crítico con lo que yo hago y entonces recibir un halago de él es algo bueno y le gustaron. Me preguntaba ¿por qué no la mandas a algún concurso? Y entonces, ahí vino la experiencia que yo tenía con los otros libros. O sea, yo dije, yo puedo armar un libro con esto. Y entonces, el paso siguiente fue clasificar las fotos. Luego, con mi hijo, justamente, me ayudaba a clasificarlas, a ver las que eran más bonitas.
Luego me di cuenta de que si iba a hacer un libro pero debía tener un poquito de información porque de la misma manera que yo quería saber un poquito de las aves, probablemente la gente también quería, si era un libro de fotos, quería saber más sobre las aves.
En el proceso recibió el apoyo de dos reconocidos académicos Horacio de la Cueva de CICESE e Isabel Pérez Monfort del Centro de Nanociencias para revisar el texto y verificar que los datos plasmados eran correctos.
El libro de 128 páginas, tuvo un tiraje de 500 ejemplares de los cuales un centenar fueron regalados a bibliotecas y el sistema educativo, pero quedaron algunos a la venta en la biblioteca pública con un costo de 100 pesos por obra, que serán para apoyar a la misma biblioteca.
Takeuchi, explicó que seguirá haciendo libros, es un investigador que ha realizado premios locales, nacionales e internacionales por la divulgación de la ciencia en el proyecto Ciencia Pumita, de hecho tiene en su haber numerosos libros “Números y Estrellas Mayas”, “Pequeño e increíble nanomundo”, “Mundo niño y mundo nano”, “Energías Límpias en nuestro mundo”, “Auka visitando los pueblos paipai, cucapá y kumiai” entre otros.
Ahora con este nuevo libro, busca además crear conciencia sobre La Lagunita de Ensenada, uno de los pocos cuerpos de agua dulce que aún sobreviven en la ciudad y que es víctima de cientos de personas que lo mismo tiran basura, que sueltan a sus perros y estos dañan a las aves migratorias o quienes suben en motos y autos en las dunas donde existen nidos.
Es un reto, para Ensenada y sus habitantes proteger este sitio, donde la belleza sobrevive para admirarla y es entonces importante cuidarla.