Carlos Ptacnik poseía un excelente sentido del humor y en algunos de sus escritos nos deja una plena demostración de ello. Tomaremos unos breves momentos para compartir con ustedes una crónica que se inicia con la seriedad de una nota de policía y en breve pasa a ser una, casi mordaz, autodefinición de su propia personalidad.

“ Rapto de un joven”

María Merced García, según cuenta la prensa metropolitana, fue acusada de haber raptado al joven Joaquín Arizar, siendo el querellante el hermano de este, señor José Trinidad Arizar.

Los fundamentos de que el acusador tiene para asegurar que su hermano fue raptado por la García, son, entre otros por el estilo de este: que a María de la Merced le gustaba mucho el joven Joaquín, según ella misma lo aseguraba públicamente a todas sus amigas y conocidos.

El Joven desaparecido no ha podido ser encontrado por más que se le busca y se cree que María de la Merced lo tiene oculto en alguna casa solitaria. Ella, por supuesto, como los raptores masculinos, niega el hecho y hay quien asegura que el joven Joaquín siguió a su raptora con todo su consentimiento y voluntad.

Como este gacetillero teme que el ejemplo cunda, advierto desde luego a cualquiera de mis apreciables lectorcitas que quiera cargar con mi humanidad, que me dejaré raptar sin presentar resistencia alguna; que no tengo hermanos que presenten querella en su contra y que cerraré el pico por mas desaguisados que cometa en mi esbelto talle, abusando así de mi inexperiencia, de mi castidad y de mi dulce candor.