En ese país se han tomado medidas preventivas y de intervención contra el VIH en todo momento. Específicamente durante el Mundial se han repartido condones y hecho pruebas del virus durante los partidos y celebraciones aledañas que pudieran llevar a turistas y locales a situaciones de riesgo relacionadas con el VIH. Ivone De Paula, coordinadora del estado de Sao Paulo en la prevención de enfermedades de transmisión sexual, declaró para la prensa de su país que no se podía perder una oportunidad como esta, en donde la celebración permite que el hacerse la prueba, incluso por primera vez, pierda algo de su severidad.

Además de esto, la FIFA publicó (y luego fue retirado de FIFA Weekly) una especie de decálogo de precauciones para los visitantes que incluye algunas que tienen que ver con la propagación de las ITS, como por ejemplo mantener la fidelidad y la abstinencia (lo cual para algunas personas, especialmente siendo turistas anónimos puede ser difícil), que las mujeres no hicieran topless en las playas porque pueden ir a la cárcel por esto, que el beso es una forma de comunicación no verbal que no implica compromiso y que la publicidad sobre las mujeres semidesnudas en las calles de Brasil puede ser engañosa.

Brasil tenía en 2005 una población de 620 mil personas viviendo con el Virus de Inmunodeficiencia adquirida, lo cual es el 0.5% de su población de entre 15 y 49 años de aquel momento, cifra que aunque nos dice que tiene una prevalencia relativamente baja, se sabe que dos tercios de las personas infectadas en toda América Latina, viven en Brasil.

Por esto, y porque en los ochentas sus cifras igualaban a las de Sudáfrica (el país con mayor incidencia de aquel entonces), el gobierno brasileño decidió implementar una política de prevención y acción contra la propagación que ha volcado las cifras en su favor, haciendo que no se cumpliera ni por la mitad la cantidad de personas que se esperaban infectadas al 2005.

De esta manera, se dice que hay un riesgo potencial de que las personas que en este momento andan de turistas por Brasil propaguen la infección por el mundo y haya un repunte en las cifras de varios países. Esto tendrá que ver con los resultados de las políticas preventivas tanto de aquel país como de los que andan de visita, así como de la cultura y educación sexual de cada persona no solo durante el mundial, sino en todo momento.