Quien no conoce su pasado, no aprecia su presente y no planea su futuro. Este texto fue recopilado del periódico Mundo Ilustrado, donde se publicó el 15 de noviembre de 1898
El barco Yucatán fue adquirido en Liverpool Inglaterra durante el Gobierno del General Porfirio Díaz, en abril de 1897 y el 5 de mayo del mismo año, se hizo cargo del buque el capitán de corbeta Manuel Azueta, saliendo de Inglaterra el 27 de julio de 1897 y arribo a Veracruz el 9 de diciembre del mismo año.
En septiembre 15 de 1897 celebraron el cumpleaños del General Porfirio Díaz. En su recorrido a México el barco Yucatán llega a las Islas Canarias donde es recibido con gran algarabía y cariño a los Mexicanos, mencionando Porfirio Díaz: ¨Mexicanos y Españoles no son pueblos amigos, porque más que amigos son hermanos¨.
El cónsul de México don José Martin Velasco, en nombre del comandante de la Corbeta de guerra Yucatán capitán Manuel Azueta, invito galantemente algunas familias y amigos a la fiesta de cumpleaños sencilla y familiar.
Un servicio de botes condujo a los invitados a bordo, en medio de la obscuridad los farolitos de colores convertían el buque en un elegante salón de fiestas, era un gran espectáculo el que ofrecía a tales horas. Una vez a bordo a las 11 de la noche los invitados pasaron a degustar una excelente cena en elegantes mesas, una exquisita decoración combinada con una gran selección de platillos, dulces, vinos, hicieron una fiesta inolvidable, posteriormente se descorcho excelente champagne para el brindis. Tomo la palabra el comandante Azueta y brindo por el Monarca de España y por el Presidente Díaz. El alcalde de Canarias el Sr. Verdugo brindo por la República Mexicana, su presidente y por la estrecha y fraternal amistad de los dos pueblos. El Capitán Torres hablo en nombre de la marina de guerra mexicana, de nuevo brindo el comandante Azueta agradeciendo en nombre de México las palabras entusiastas que acababan de pronunciarse.
Durante la comida el cuarteto de orquesta interpreto esplendidas piezas musicales y el baile continuo hasta las 2: 30 de la madrugada, al despedirse los invitados de Don Porfirio Díaz, del comandante Azueta y la oficialidad del Yucatán. Los españoles y los mexicanos invitados al alejarse del buque hacían resonar en el silencio de la noche los gritos Viva México y Viva España.
A partir de 1898 sirvió de buque escuela de grumetes y guardias marinas.
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