Todos, los cuatro, públicamente han reconocido su aspiración de convertirse en el candidato con el que el PRI busque retener la presidencia municipal de Ensenada por tercera ocasión consecutiva.

A ese llamado de la dirigencia nacional del tricolor partido, llegaron tambien priistas, todos hombres, que tienen como objetivo personal despachar como alcaldes en los municipios de Tijuana y Mexicali.

Por Tecate y Rosarito las damas llegaron puntuales. De estos últimos municipios no acudió ningun caballero. Ninguno. Ni siquiera para disimular.

Y es que no había, hasta entonces, nada que disimular.

Era un secreto a voces dentro y fuera del PRI bajacaliforniano , que a la próxima elección del 5 de junio mandaria a escena a tres hombres y dos mujeres. Sí. Así estaba tratado y pactado.

Lo del “pacto de unidad” era solo para emerger a la elección sin lesiones internas, sin heridas abiertas por donde se pudiera colar la derrota.

Por eso todos los invitados e invitadas, ni uno más ni uno menos, llegaron puntuales a la capital del país para reunirse con sus mandos nacionales.

Hasta ahí todo bien. Todo.

Pero de ese pacto de unidad al que se convocó ahora pocos se acuerdan. Casi nadie. Y es que el INE echó por tierra lo que los priistas ya habían acordado, pactado y tratado semanas atrás.

Que los partidos políticos deben mandar a la elección a tres damas y dos caballeros advirtió la autoridad electoral. Sí, tres mujeres y no dos, como los priistas habían considerado. Y no solo los priistas locales, sino también sus mandos nacionales.

Y más aun, que los partidos no pueden mandar a mujeres de candidatas en municipios donde los resultados en procesos anteriores inmediatos hayan sido adversos.

Vaya enredo. Enredote.

Así, con este nuevo entorno, los priistas de Baja California están en total suspenso. Los que ya se hacían casi candidatos y candidatas hoy no pueden asegurar nada. Absolutamente nada.

Habra que esperar que ocurre en los próximos días. Pero por lo pronto de aquel “pacto de unidad” muy pocos se acuerdan.

Y si en el PRI están en el enredo total, en el PAN no desentonan.

Los panistas también ya daban como un hecho quienes serian sus candidatos y candidatas para los municipios de Tijuana, Mexicali, Rosarito y Tecate. La duda se centraba solo en Ensenada donde varios reclamaban la candidatura.

Y esa aceptación no surgió de procesos internos. No. Emergió de un reconocimiento no escrito hacia el poder de quien gobierna la entidad para designar “candidatos”. Cuando menos en Tijuana y Mexicali.

Pero llego el anuncio del INE y todo cambio.

Ahora los panistas tambien están inmersos en un enredo para determinar cómo saldrán a la elección del 5 de junio. En qué municipios irán con hombres y en cuáles con mujeres en ese propósito de ganar las alcaldías.

De Tijuana se dice que no hay vuelta de hoja. Ahí la apuesta azul será con un hombre. Pero en Mexicali todo cambio. Que tendrán que mandar a una mujer como aspirante a gobernar la capital del Estado. Que no será el caballero que ya se movía como tal.

Y aunque se ha dicho que en respeto a los lineamientos del INE el PAN tiene que proponer a una mujer como candidata a la presidencia municipal de Ensenada, los varones no han bajado la guardia, ni suspendido sus actividades de promoción personal.

Y en el PAN también el tiempo se agota. Se agota y no se ve un horizonte nada claro. Nadita.

Habrá que esperar que ocurre en los próximos días.