Sin tratar de “invadir” su terreno he pensado, el día de hoy, hacer una breve reseña de los muchos males de la mala información que, como plaga, nos están invadiendo, día a día y noticia tras noticia.

Me encontré con la palabra “bulo” (noticia falsa que se disemina en un intento de hacer creer a un grupo de personas que algo falso es real) Yo conocía el termino en inglés “hoax” desde alla por los primeros años de 1990s.

Cantidad de veces he tenido la oportunidad de hacerle saber al “propagador” del bulo, lo que esta sucediendo. Es curioso, he perdido un numero de “amigos” de las redes sociales cuando les he comunicado que ha sido víctimas de la malicia de gente sin oficio ni beneficio que se divierten publicando bulos. La mayoría de nosotros tenemos sentimientos nobles que nos afligen al saber los detalles de cualquier tragedia humana. Nuestro primer instinto es compartirlos en un sentimiento de empatía. Algunas personas me han comentado que “no hay daño” al repetir una mentira sin causar perjuicio. Ante tal argumento y viendo el pleno convencimiento de querer seguir viviendo y siendo parte de un engaño, opto, por no tratar de demonstrar la invalides de sus “verdades a ciegas”

Los bulos no son nada nuevos. Yo pienso que han existido por siempre. Inofensivos o perjudiciales son parte de nuestra naturaleza de “impresionar” a nuestros semejantes mostrándoles que tenemos cualidades humanas que “pintan” nuestros buenos sentimientos.

Mucho se ha dicho sobre la guerra de la verdad sobre la mentira. Una mentira destruye mil verdades y se necesitan mil verdades para destruir una mentira. Repite, una y otra vez, una mentira, por absurda que parezca, y veras, que muy pronto, habrá “propagadores” que diseminaran la mentira y la defenderán como si fuese verdad probada.

Los bulos crean “Leyendas Urbanas” que se mezclan con la historia en general. Personas interesadas en conocer del pasado tienen gran dificultad en separar la realidad de la ficción. Los historiadores serios dicen poco. Los demás, dicen más, con menos substancia real, pero esos sí aderezados, con interesantes datos incomprobables, cuyo origen, muy probablemente es de muy dudoso valor histórico.

En nuestra historia regional hay gran cantidad de “Leyendas Urbanas” y “Bulos”. Yo soy enemigo de ambos. Cuando tengo oportunidad me manifiesto en contra del que llega a mis manos. El efecto es quitar la máscara del hecho, no de la persona que me lo hace saber. No intento herir susceptibilidades sino evitar que mis amigos sean víctimas del engaño.

Así que la próxima vez que les llegue comunicación de desapariciones, muertes de famosos, noticias sensacionales. Tomen las con un grano de sal y antes de compartirlas juzguen la fuente o el origen y antes de creer, dudar.