El pasado 17 de mayo del presente año se dio a conocer la iniciativa presidencial para modificar el Código Civil Federal para alcanzar cuatro objetivos primordiales:
1) Garantizar el derecho de las personas del mismo género el derecho a contraer matrimonio en igualdad de condiciones que las parejas heterosexuales;
2) Establecer igualdad de condiciones con las personas heterosexuales para estas parejas en lo que a adopción de hijos e hijas se refiere;
3) Garantizar la identidad de género en cuanto a su registro en documentos oficiales de acuerdo a aquel con el que los y las ciudadanas con discordancia sexo-genérica (transgénero y transexuales) se identifican sin que necesariamente se hayan sometido a un proceso quirúrgico;
4) Establecer el divorcio sin expresión de causa.
Después de su surgimiento, las redes sociales y medios de comunicación tanto tradicionales como alternativos explotaron de opiniones encontradas en la ciudadanía y dio origen a posturas que se distinguieron por su pasión, y en momentos por la fundamentación de su argumento o la falta de ella.
Uno de los movimientos más notables fue la creación del Frente Nacional por la Familia que se dio a la tarea de convocar a actividades a nivel nacional, incluyendo la marcha del pasado sábado 10 de septiembre, su participación en medios y redes sociales, etc. Actualmente es difícil decir cuánta gente realmente participó en la marcha porque en todos lados hay cifras distintas y se sigue con las mismas estrategias que desde el inicio: la confusión y la desinformación.
Podemos decir, como antes, que en el documento original el Presidente no expone una sola línea sobre la enseñanza de lo que denominaron “ideología de género” y que, como he dicho antes, no existe a nivel académico, sexológico o filosófico. Otros argumentos en contra de la iniciativa tuvieron que ver con el miedo de los padres a perder la posibilidad de educar a sus hijos como ellos quieran, a lo que podemos decir que no va a pasar y que la educación de la sexualidad que se da de forma correcta no tiene por qué intervenir con los valores que se predican en casa ni con su ejemplo.
Actualmente sabemos que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ya asentó constitucionalmente las condiciones para que las parejas homoparentales puedan adoptar desde el año pasado en la ahora llamada CDMX, y en cuanto al matrimonio ya se trabaja en que ese acuerdo se respete en cada vez más lugares del país. Queda claro que estos objetivos y logros mejoran la respuesta del Estado ante las necesidades de ciudadanos que si bien son minoría, deben tener garantizados sus derechos. Obviamente queda mucho por hacer tanto en lo legal como en lo educativo.
En la liga al final de esta nota usted puede leer el documento con la propuesta original y constatar qué de lo que se dice por parte del Frente realmente está incluido para bien o mal en el documento. De esa forma podemos opinar sobre lo que es y no sobre lo que nos dijeron que es.