Parece una paradoja que al leer el título de esta aportación en relación con el párrafo anterior.

Explico, porque asevero que ENSENADA NO TIENE HISTORIA: No tenemos un cronista de la ciudad que documente los hechos relevantes que suceded día con día para que las generaciones futuras puedan dar cuenta de los logros y fracasos, los sacrificios y los tropiezos, los méritos y las satisfacciones de esta, la más antigua ciudad de nuestro estado. Un cronista de la ciudad que nos contara de nuestro pasado y de nuestro presente. Un cronista que deje plasmado, ya no en papel, sino en nuestras mentes nuestro abolengo cultural, de nuestros edificios, de nuestras playas y sierras, de nuestros valles y praderas. Que nos ilustre de las maravillas de nuestras industrias, de agricultura, de minería, de industria pesquera y ganadera. No se extraña lo que no se tiene, pero si se añora lo que otros tienen. Nuestros vecinos de Rosarito, Tijuana, Tecate y Mexicali tienen entre ellos la media docena de Cronistas de la Ciudad. Reconozco el esfuerzo personal del Ing. Alejandro Espinoza Arroyo en actuar desinteresadamente y con mucho acierto como Cronista de El Rosario.

Cronistas tuvimos: Francisco Vargas, Jorge Holguín, Benjamín Novelo, Heberto Peterson; espero que no se me escape de mi memoria alguien más. Escaso material relevante a una crónica oficial está a la disposición de los interesados en saber que sucedió o sigue sucediendo.

No tenemos historia.

El lugar indispensable para resguardar la historia de un lugar es un Archivo Histórico. Aquí en Ensenada, después de más de 100 años de fundada, por fin, y gracias a un esfuerzo ciudadano de valiosísimos miembros de nuestra comunidad se logró formar y crear un Archivo que nació el 31 de mayo de 2007 con las mejores expectativas y con las aspiraciones de ser un lugar digno, eficaz y práctico para juntar mucho de nuestra historia para la consulta de interesados y del pueblo en general de Ensenada. No murió al nacer. Sufrió desde nacimiento de desinterés, no de sus administradores, sino de los jerarcas gubernamentales que nunca le importo un bledo.

Lo que nos dijeron que sería un orgullo se convirtió en una burla, en un remedo de archivito. Con mucho esfuerzo se logró conseguir una cantidad de dinero que no aparece. Lo que si aparece son las lluvias que dañan y destruyen ese valiosísimo acervo en documentos, fotografías y testimonios orales. De nada sirvieron los esfuerzos de talentosos profesionales como Arturo Meillón García quien atado de pies y manos condicionado a actuar sin apoyo y con restricciones, fracaso en levantar de las cenizas del descuido y desatención en que la ineficiente Yolanda Victoria Cota que más parece que se encontró una posición dentro del ayuntamiento donde practico sus actos de magia para desaparecer dineros, archivos y apoyos. Esta persona, por si sola, lleva la mayor parte de la culpa de la disfunción y casi defunción del Archivo Histórico de Ensenada. Dejando como herencia una local dilapidado, reflejo de una carencia de interés por cumplir con su trabajo.

Por eso, en mi opinión ENSENADA NO TIENE HISTORIA.