La celebración de la navidad siempre ha sido parte de la identidad de nosotros los mexicanos, pero año con año se ha ido perdiendo elementos hasta llegar en 2016 a la ausencia de celebraciones. Ahora dicen felices fiestas... ¿Cuáles fiestas? ¿Porqué la generalidad? ¿Porque copiar siempre la moda extranjera? No nos avergoncemos de nuestra identidad que es ¡Feliz Navidad! no felices fiestas.

Son hermosos recuerdos de nuestra infancia y adolescencia. Disfrutábamos las posadas, cantábamos villancicos, pedíamos posada con nuestras velitas, unos dentro de la casa otros afuera yendo de puerta en puerta hasta lograr ser admitidos; buñuelos, tamales, chocolate, champurrado, piñatas y dulces... felices convivencias especialmente porque los adultos explicaban a los niños el significado de la ceremonia, las piñatas, las pastorelas y el nacimiento.

La noche de Navidad en los hogares cristianos siempre fue mística, de sanas alegrías, esperando la misa de gallo que era a medianoche, con sus rituales en un tiempo en latín posteriormente en español. Esperar la cena de navidad no deseando tanto lo sofisticado de la cena sino el amor compartido entre todos los familiares y amigos; no importaban marcas en comida y bebidas, ropa o celulares. Era la auténtica amistad, brindar amor era lo que contaba y disfrutábamos.

En la noche de navidad niños y adultos éramos igual de importantes y cada uno de nosotros tenía su responsabilidad, desde acomodar los platos, vasos y cubiertos, hacer la ceremonia de acostar al niño Dios y darle gracias por el año que está a punto de terminar, dormirnos temprano para esperar los regalos no influenciados por la mercadotecnia sino por el amor de padres a hijos.

Estamos a punto de perder hasta las costumbres de Santo Claus, San Nicolás, los Reyes magos, el rezo devoto, la ceremonia de las posadas, la luz amarillenta de la velas, las galletas y la sencillez de la cena; ahora queremos cenas sofisticados, manteles, vajillas, y se trata de competir no de disfrutar. Dios quiera que comprendamos que la sencillez es la felicidad, la convivencia sin celulares esta noche y menos usarlos en la mesa. Lo que une a las familias conversar viéndonos a los ojos.

Feliz Navidad a todos, retomemos la identidad familiar.