La mayoría de los integrantes del Cabildo local, actuaron a la inversa al momento de validar una prórroga de diez años a concesionarios del transporte público.
Les dieron la prórroga y luego les pidieron cumplan con la normatividad y con las acciones para modernizar al sector.
Lo correcto hubiera sido que los transportistas cumplieran primero con sus obligaciones y luego, si así se justificaba, les otorgaran la prórroga a la concesión.
Pero no.
Los ediles exigieron a los prestadores del servicio un pago económico a cambio de ampliarles por diez años la concesión, recursos que deberán emplearse para solventar un estudio de normatividad y el llamado plan municipal de trasporte.
Estudio y plan que, en serio, debieron concretarse muchos años atrás pero por apatía oficial se mantiene como un tema de negociación.
Basta recordar que cuando la misma autoridad municipal autorizó un incremento a la tarifa del transporte público de pasajeros, se dispuso de un pliego de exigencias para los transportistas.
Y les pusieron como tarea obligada renovar su flota vehicular, respeto a las rutas, a las tarifas especiales y uniformar a los choferes, entre otras.
Han pasado ya muchos meses y poco, por no decir que nada de lo condicionado se ha cumplido.
Circulan unidades en condiciones inapropiadas para el transporte de personas, y choferes se visten como se les pega en gana.
La unidad Municipal del Transporte, que paradójicamente utiliza vehículos sin placas, poco o nada puede hacer para ordenar la prestación del servicio.
Y poco o nada puede hacer porque no dispone de los apoyos necesarios, y porque está muy lejos del interés de quien gobierna.
Tanto así qué hay voces que piden desaparezca.
La modernización del sector, pues, seguirá muy lejos de concretarse mientras quienes tienen en sus manos la responsabilidad de impulsarla actúen a la inversa.
Lo irrefutable es que los ensenadenses merecen un servicio a la altura de sus demandas y de lo que pagan por el mismo.
El incremento a las tarifas se logró, la prórroga a las concesiones ya esta, ahora resta lo más importante y que es ponerse en los zapatos de los usuarios.
Si, lo más importante.