El presidente del Consejo Agrícola de Baja California, Walberto Solorio Meza advirtió sobre el Acuerdo de Apertura Contra la Inflación y la Carestía (APECIC) signado por el presidente López Obrador y grandes empresas de distribución y comercialización de alimentos en México, que se tienen que analizar profundamente los procesos para la determinación de costos en la cadena de intermediación en el país.
Uno de los grandes retos de la inflación, ejemplificó, que un productor vende un kilo de plátano en 4.50 pesos, llega a la Central de Abastos y ahí ya tiene un costo de 6.10 pesos por kilo, pero al consumidor final, en la cadena comercial en cualquier parte del país, le cuesta 18 pesos con 59 centavos, el brinco del productor de alimentos al consumidor final, es de 14.09 pesos.
Con la cebolla, sucede que va de 13.25 pesos el kilo por el productor y en la cadena comercial, el consumidor final paga hasta 52.83 pesos por el mismo kilo, estos son 39 pesos con 58 centavos de diferencia que se quedan en la cadena de intermediación, señaló.
Estos son ejemplos de la forma en la que se encarece la canasta básica, y aunque entendemos y reconocemos los temas de logística, debe prevalecer una visión de prudencia de todas los involucrados en el proceso para que esa canasta básica, llegue a la mesa de las familias mexicanas a costos accesibles, dijo.
Para los productores hay retos que se están enfrentando, como el problema de la mano de obra que escasea en todo el país y que representa altos costos para las empresas.
Además, otro gran reto es el incremento del 100 por ciento en los fertilizantes, tema que es es de origen externo y que ha significado una situación muy complicada para los empresarios, pero que hacen el esfuerzo en todo el país, por reducir costos para que las familias mexicanas se vean lo menos afectadas por ello, dijo.
Además, dijo, tienen que existir las garantías de inocuidad para que los productos alimenticios sean seguros para las familias mexicanas y si bien, el gobierno federal a través de las dependencias como la Senasica, Cofepris y otras, deben de ser además de transparentes, eficientes y eficaces, no se debe de perder de vista el cuidado de los productos, esto por la Licencia Única Universal que impulsa el gobierno federal, que le dará libertad a las empresas para la importación y distribución de alimentos sin supervisión.
Solorio Meza refirió que los productores en Baja California están siempre abiertos para impulsar mecanismos a través de mejorar tecnología, del intercambio de conocimiento e implementación de más y mejores procesos que permitan disminuir costos y generar mayores rendimientos de producto.
Esta visión, puntualizó, deberá de ser una herramienta poderosa, para que en la cadena de intermediación y comercialización, permita evitar la inflación y la carestía de productos y canasta básica en los hogares mexicanos.