Durante la presentación del número 3 "Nuestros mares y océanos: el golfo de México", el Dr. Juan Carlos Herguera García, investigador del Departamento de Ecología Marina del CICESE, y responsable técnico del CIGoM, destacó que este número es una de las esencias que emanan del magaproyecto financiado con fondos del Conacyt y el extinto Fondo Sener Hidrocarburos.
En el comunicado sobre el lanzamiento de este documento, Herguera recordó el accidente en la plataforma que perforaba el pozo petrolero Macondo, otorgado a la British Petroleum, que en 2010 causó uno de los mayores derrames de petróleo registrados en la historia y reveló las deficiencias tecnológicas para controlar un derrame en aguas profundas que tenía la industria de los hidrocarburos.
Este suceso evidenció entre la comunidad científica las grandes lagunas de conocimiento y falta de información para poder predecir la propagación y destino de los grandes volúmenes de hidrocarburos en profundidad y en la superficie del mar y, aún más importante, sobre su impacto en el gran ecosistema del golfo de México.
"Esta falta de conocimiento motivó a Pemex a generar una demanda de investigación ambiental del golfo de México a nivel nacional, con el objetivo de desarrollar herramientas y metodologías de observación de las variables críticas del océano en tiempo real y continuo, y llevar a cabo una caracterización extensa de la línea base ambiental, de sus aguas, el ciclo de nutrientes y carbón en la columna de agua y los sedimentos, estructuras de las redes tróficas y así conocer el estado del ecosistema a partir de observaciones, desde boyas oceanográficas, planeadores submarinos e imágenes satelitales", puntualizó el Dr. Herguera.
El número 3 de Ciencias y Humanidades incluye 20 artículos de divulgación asociadas a las investigaciones realizadas desde el CIGoM: una panorámica general acerca del Consorcio; los efectos de contaminantes en organismos marinos; un plan de conservación de las tortugas marinas; los efectos del petróleo en diversas especies del mar (peces, moluscos, crustáceos, cetáceos, pelágicos), la biota y demás ecosistemas; la riqueza de la diversidad bacteriana; acerca de radares oceanográficos y corrientes superficiales; acidificación del océano; simulaciones del posible destino de derrames de hidrocarburos; consorcios bacterianos como una opción para mitigar derrames petroleros; la meteorología y la física del golfo de México; el Atlas ambiental del golfo de México, y acerca del Grupo de Monitoreo Oceanográfico con Gliders.
El investigador del CICESE indicó que la forma de trabajar multidisciplinaria e interinstitucionalmente para abonar a la solución de grandes problemas nacionales ha dado pie a proyectos subsecuentes, como el relacionado con el sargazo en el Caribe, que está siendo financiado por el Conacyt por sus numerosas implicaciones económicas y sociales.
"Esta necesidad de información que tenemos sobre el océano es para hacer frente a los grandes desafíos de la adaptación y mitigación del cambio climático, la predicción de eventos costeros y oceánicos extremos. El propósito de esta red de instituciones y grupos de investigación es codiseñar y evaluar con las partes interesadas –agencias gubernamentales, industria, comunidades de pescadores, empresas– cuáles son las plataformas de observación y modelación necesarias para abordar el desafío de mantener la trama vital tejida por los procesos naturales en el océano y, también, por la sociedad", concluyó.