El resultado de las indagatorias efectuadas por la Unidad de Delitos Patrimoniales de la Fiscalía en el puerto, demostró que el sentenciado, tras ostentarse falsamente como agente de bienes raíces, recibió dinero por la venta fraudulenta de una casa que no era de su propiedad.

El 12 de octubre de 2017, el ofendido, le hizo entrega, en una sola exhibición, la cantidad de 185 mil pesos, realizándose un contrato por escrito, comprometiéndose a entregar el bien inmueble en una semana.

Tras pasar los días, y al ver la víctima que José Alfredo no le hacía entrega del inmueble, el ofendido llevó a cabo algunas investigaciones percatándose de que el acusado no se dedicaba a la actividad de compra venta de inmuebles y que lo había engañado, logrando alcanzar un lucro indebido por la cantidad ya mencionada y en perjuicio de su patrimonio.

Durante la audiencia celebrada el 30 de enero de 2023, mediante un procedimiento abreviado, el Juez de Control dictó sentencia condenatoria de 3 años y 5 meses a prisión, negándole beneficios libertarios.