Los protectores del CAF
Funcionarios, policías todo nivel
Otro protector de El Mayel fue Enrique Guillermo Salazar Ramos, por su responsabilidad penal en la comisión del delito de contra la salud en la hipótesis de servidor público que en ejercicio de sus funciones permita la transportación e introducción ilegal al país de algún vegetal o sustancia prohibida por la ley, imponiéndole una pena de 10 años de prisión y multa de un mil 111 pesos.
Cuando Salazar Ramos se desempeñaba como comandante de la Policía Judicial Federal, en Tijuana, Baja California, brindó protección a la célula delictiva que dirigía Ismael Higuera Guerrero (a) “El Mayel”, quien a su vez pertenecía a la organización criminal de los Arellano Félix; misma que consistía en permitir el paso de cargamentos de estupefacientes por la frontera.
En Septiembre del 2003 se confirmó la formal prisión a Benjamín Arellano Félix, Ismael Higuera Guerrero (A) "El Mayel", Aldo Ismael Higuera Ávila (A) "El Mayelito" y Oscar Saúl Muñoz Lara (A) "El Doctor Muñoz" O "El Canas", por los delitos de violación a la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada y contra la salud.
El juez consideró que las pruebas recabadas por esta Institución en la averiguación previa PGR/UEDO/071/2003, hacían probable la responsabilidad de los procesados en la comisión de los delitos federales citados.
A Benjamín Arellano Félix, Ismael Higuera Guerrero y Aldo Ismael Higuera Ávila, se les atribuye formar parte de la organización delictiva liderada por el primero de ellos, quienes de manera conjunta con otras personas dirigían la asociación criminal, mientras que los demás miembros apoyaban en la producción, tráfico, distribución, transportación, comercio e introducción o extracción de narcóticos del país.
En tanto, Oscar Saúl Muñoz Lara, brindaba apoyo directo a la organización criminal, concretamente a la célula de Ismael Higuera Guerrero, ya que se desempeñaba como médico de cabecera de los integrantes de la organización, aprovechando su especialidad para atender a los lesionados con arma de fuego y, de esa manera, evadir la acción de la justicia.
Además, en su calidad de médico, contactó a otras personas para realizar análisis a diversos narcóticos comprados para la organización en Europa y que posteriormente serían vendidos, contribuyendo a que la organización realizara el tráfico, transporte, venta, introducción o extracción de narcóticos, tanto en México, como en estados Unidos de América.