Murieron esperando un milagro
Dejaron como señales en el camino hojas de una Biblia
En julio del 2016, Johana y Narciso murieron esperando un milagro y dejando tras
de sí un rastro de las hojas de una
Biblia que fueron arrancando conforme caminaban.
El lugar de los hechos, el Ejido Sierra de Juárez
donde el 26 de julio del 2016, había un sol abrasador a 45 grados y sin un sitio
donde tener un poco de sombra, entre enormes piedras en una paisaje similar al
de la Rumorosa
donde caminar es muy difícil y donde el calor hace que cada paso cueste gotas
de sudor.
Aquí es donde, Johana y Narciso hallaron la muerte, a corta
distancia uno de otro pero lo suficientemente lejos, como para que el hallazgo
haya tenido una diferencia de casi 24 horas.
Los cuerpos fueron localizados luego de una intensa búsqueda
en las inmediaciones del Rancho San Luis, donde Johana y Narciso, habían
asistido junto con un grupo de fieles de la Iglesia Adventista
del Séptimo Día y en donde desde el sábado casi medio centenar de personas
lideradas por la
Dirección Estatal de Protección Civil, realizaban una
búsqueda frenética de los dos desaparecidos por tierra y por aire.
El lugar donde fueron encontrados es un sitio inhóspito y
agreste, a pocos kilómetros de la
Laguna de Hanson, pero muy lejos de los grandes pinares y la
sombra que pueden brindar.
No hay agua, ni una gota y la poca que ellos llevaban cuando
salieron para participar en Rally de Supervivencia que organiza la iglesia a la
que pertenecen se acabó muy pronto.
El grupo original que participaba en el retiro lo componían
17 miembros de la
Iglesia Adventista del Séptimo Día de una de las
congregaciones de Tijuana, que había organizado anteriormente otros eventos
similares en el Rancho San Luis, un sitio ecoturístico y sumamente pedregoso,
ubicado dentro del Ejido Sierra de Juárez en el municipio de Ensenada, pero
fuera del Parque Nacional Constitución de 1857, uno de los bosques más importantes
de Baja California.
Johana y Narciso, al salir al Rally, iban junto con otras
tres personas, en un equipo de cinco con quienes salieron el día jueves.
El objetivo era un recorrido en los alrededores reuniendo lo
que pedía el rally de supervivencia, armados solamente con una botella de agua
de 1 litro,
una Biblia y una brújula que ninguno sabía utilizar.
El jueves, todos volvieron, menos Johana, Narciso y Esmeralda, quienes se habían separado accidentalmente
del grupo y debido a que la noche había caído, sumado a lo escabroso del
terreno, decidieron dejarlos e ir a buscarlos por la mañana.
El viernes se formaron grupos para ir en su búsqueda y otros
miembros del la congregación se perdieron.
Fue un tiempo sumamente valioso, en el cual mientras se
localizaba a los que se habían perdido buscando a Esmeralda, Johana y Narciso,
estos se alejaban cada vez más.
El viernes no los encontraron y otros se perdieron en el
camino, por lo que el sábado finalmente se dio aviso a Protección Civil del Estado
quienes arrancaron la búsqueda de inmediato.
El mismo sábado, un helicóptero de la PEP, observó a Esmeralda desde
el aire y pudieron rescatarla, deshidratada y grave, pero con vida, se había
separado de sus dos compañeros. Tras el rescate fue trasladada a un hospital de
Tecate.
En tanto, Narciso y Johana, se presume que intentaban
regresar al rancho, pero en lugar de eso, empezaron a bajar rumbo al desierto,
a pocos kilómetros del sitio conocido como el cañón de Guadalupe donde fueron
hallados muertos, pero se desconoce si sabían hacia donde caminaban o a donde
creían que se dirigían.
El lunes por la tarde, luego de permanecer cuatro días y
medio perdido, el cuerpo de Narciso fue hallado, pero debido a lo accidentado
del terreno, lo alejado y el hecho de que se hacía necesario el peritaje y
recopilación de evidencia no pudo ser levantado.
El martes por la mañana, a alrededor de 250 metros de distancia
en línea recta, finalmente Johana Díaz, la adolescente que faltaba de localizar
fue también encontrada muerta.
En el sitio donde fueron localizados los cuerpos, los
agentes ministeriales recogieron ropas y objetos personales de ambos.
En dos viajes primero el cuerpo de Johana y mas tarde el de
Narciso, fueron trasladados este mismo martes al Servicio Médico Forense de
Tecate en un helicóptero y luego a Tijuana donde se les practicará la necropsia
de ley.
Hasta el momento se desconoce en que momento fallecieron
Narciso y Johana, se presume que fue durante el fin de semana pues los restos
presentaban ya los primeros signos de descomposición.
Un día después del hallazgo, los resultados de la necropsia
de Johana Díaz y Narciso Mora, quienes fueron trasladados a Mexicali para ello,
estableció como causa determinante de la muerte “desequilibrio hidroeléctrico y
deshidratación severa”.
Según el análisis legista, primero falleció Narciso y horas
después Johana.