La historia de Anapromex (Asociación para la Protección de los Mexicanos) inicia como el apéndice de un negocio denominado ONAPPAFA, (Organización Nacional para la Protección del Patrimonio Familiar) donde Fidel Villanueva el dirigente actual de la primera organización se peleó con el dirigente del segundo, para generar su propia asociación.

ONAPPAFA, reclamaba entonces al gobierno federal, la posibilidad de un programa de nacionalización de vehículos tipo pick up (camioneta) para trabajo y su objetivo eran las personas de escasos recursos que dependían de intermediarios para mover sus productos por falta de vehículos propios.

Los pick up usados, adquiridos en Estados Unidos eran una opción barata con respecto a las unidades compradas en México, pero enfrentaban el costo de la importación que elevaban su precio al entrar al país de manera legal. Se buscaba pues nacionalizarlos mediante una cuota reducida que permitiera a familias de escasos recursos tener una unidad de trabajo.

Se generó así la primera organización cuyo objetivo era lograr esta organización, que buscaba lograr que esas unidades que ya estaban en México se pudieran nacionalizar y ellos eran los intermediarios para lograrlo.

En el 2001, según consta en la hemeroteca virtual de Ensenada.net  http://www.ensenada.net/noticias/nota.php?id=565 , Villanueva pertenecía a ONAPAFFA una organización igual a ANAPROMEX, pero con siglas distintas, y un discurso que una década después no ha variado, como tampoco ha variado el incumplimiento de su promesa de “nacionalizar los vehículos”.

La última nacionalización de unidades fue antes de la firma del Tratado de Libre Comercio a principios de los años 90’s cuando durante el gobierno de Carlos Salinas se estableció un decreto que permitía que unidades tipo pick up, usadas para trabajo en el campo, pudieran contar con placas nacionales aun en la zona fronteriza.

Sin embargo, con la firma del Tratado de Libre Comercio, esta situación se modificó y desde entonces, a más 16 años de distancia dicha nacionalización no se ha repetido.

Hubo en el 2001 un programa de regularización que en su momento la organización no aprovechó bajo el argumento que las unidades se regularizarían pero solo en zonas fronterizas y no se nacionalizarían.

Posteriormente al concluir el proceso, Fidel Villanueva entonces dentro de ONAPPAFA, realizaba amenazas contra la Aduana de Ensenada que entonces aun con patios fiscales dentro del Recinto Portuario, internaba en sus instalaciones unidades  que circulaban con las primeras calcomanías de aquella organización.