En Ensenada los Policías Fiscales, dependientes de la Aduana, han tenido pocas, muy pocas intervenciones a lo largo de una década para incautar unidades de contrabando, como era su obligación y su competencia.

La causa de acuerdo a las autoridades del Estado y de la misma Aduana han sido diversas, desde el tiempo que toma el papeleo para decomisar los llamados “vehículos chocolate”  y el costo político de hacerlo.

Sin embargo la causa principal es que desde marzo  del 2007 por la ausencia de un recinto fiscal en Ensenada todas las unidades que son incautadas, deben ser trasladadas de inmediato a un recinto fiscal en Mexicali o en Tijuana lo que resulta en un costo que la federación debe absorber junto con el juicio que algunas veces inicia el propietario de la unidad.