En el patio de atrás de la casa donde hasta el 16 de noviembre vivió Estefanía Davis, aun están colgadas las últimas prendas de ropa que fue obligada a lavar a mano por sus victimarias.

Entre la ropa de niña de colores rosa y blanco, había un uniforme infantil.  El de la Escuela  primaria Carmen Serdán la última en la que estuvo inscrita y de una forma por demás sospechosa dieron de baja dos días antes de morir el 14 de noviembre.

A un año de distancia las prendas deslavadas y quemadas por el sol siguen en el tendedero, mientras la casa donde vivía con su madre y la amante de su madre, tienen las cintas amarillas que avisan a los curiosos y vecinos que se trata de una propiedad asegurada y escenario de uno de los crímenes que mas han lastimado a Ensenada.

Ahora, luego de un año del suceso, la pareja se encuentra en la cárcel, Erika Maité González Ruiz, la madre en el CERESO de Ensenada y Consuelo Sánchez Osuna (Connie) en el penal del Hongo en Tecate, a donde fue trasladada por su propia seguridad.

El proceso judicial que se instauró en contra de las dos presuntas homicidas sigue su curso y es probable que la sentencia salga hasta el 2015, ya que el abogado defensor que renunció hace unos días, antes de hacerlo había solicitado el desahogo de 42 testimoniales,  ampliación y desahogo las cuales de acuerdo al Subprocurador de Justicia podrían tener como único objetivo dilatar el proceso.