El patio de la casa donde Estefanía fue victima de su madre y su amante, esta lleno de maleza, es notoria la ausencia de personas en ella y visibles aun las cintas amarillas que indican que se trata de la escena de un crimen.

La casa sigue asegurada y a disposición de la PGJE porque el proceso esta vigente y hasta en tanto la instrucción no se cierre o se tenga sentencia no se puede devolver.

La PGJE no descarta que el juez pudiera ordenar diligencias en el lugar, que sellado tras la muerte de la niña permanece igual que el 16 de noviembre, porque la madre no regresó a la casa y Connie ya había escapado.

En la propiedad no se ha hecho hasta ahora una reconstrucción de hechos y es improbable que la defensa la solicite.

En los tendederos del patio posterior aun esta la ropa de la niña, y alrededor hay ramas secas que invadieron el predio que era limpiado por la pequeña a fuerza de golpes.

La muerte de Estefanía, a un año de distancia sigue indignando a la sociedad que espera que pronto las evidencias recaudadas por los peritos, los testimonios de vecinos, maestros, familiares, médicos y la intensa investigación policiaca que llevó a la captura de Consuelo Osuna permitan una condena ejemplar.