Las madres valoran mucho el amor de los hijos, pero también son duras.

En los testamentos no es raro que recuerden a los hijos porque unos si reciben herencia y otros no.

“Me duele no dejarle a mi hijo… porque es esclavo de las drogas. Le encargo a uno que lo cuide, que no le haga caso, que no se enternezca con él… no lo vamos a curar”.

Las madres se saben expresar mejor que los hombres, reflexiona el notario y en su testamento, dan muchas veces sus razones para desheredar o heredar a sus hijos.

Sin embargo, el saber porque quedó desheredado, no deja de generar en los hijos un gran malestar y muchas veces, es esto una causa para que impugnen el testamento.

Uno de los argumentos es que la hija o el hijo que recibe más, es quien estaba con la madre al morir, y por eso se aprovechó para quedarse con la mayor parte.