El único futuro: ser chatarra
1 mil 766 toneladas de metal y madera
En el 2005, la asociación que pretendía salvar al Catalina, no había logrado los recursos suficientes para reflotarlo. Todo había obrado en contra en particular la recaudación de fondos para recuperarlo.
De esta manera en el 2006 la API publicó dos licitaciones para que empresas interesadas hicieran sus posturas para convertir el barco en chatarrra.
El Catalina medía 93 metros de eslora y 15 de manga, su tonelaje bruto 1 mil 766 toneladas lo que en apariencia podría provocar a mas de un comprador de chatarra para desguazarlo.
Pero no fue así, los pocos que se acercaron al ver las condiciones que exigía el gobierno, se retiraron con la misma rapidez argumentando que sería un procedimiento muy costoso ya que buena parte de la operación debería ser con buzos.
Sin embargo para el 2007 la API anunció una nueva estrategia para que el Catalina fuera transformado en Chatarra y con un paquete que incluyó otros dos barcos, el Colima y el Manzanillo, el par de deteriorados vecinos del Catalina que alguna vez habían sido pesqueros, empezó la destrucción.
Media docena de hombres empezaron a trabajar el 10 de diciembre del 2008 para proceder a su desguace.
Al iniciar el procedimiento se descubrió que el Catalina tenía como parte de su estructura, miles de piezas de madera la mayoría podrida y carcomida que es tuvo que ser quitada pieza a pieza por el grupo de trabajadores que lo destruyó.