El barco que se negaba a morir
Llegó a Ensenada en 1985.
El pasado viernes primero de julio del 2011, el último pedazo del buque Catalina, hundido en la rada portuaria de Ensenada desde finales del 2000, fue sacado del mar con lo que concluye la mas larga historia de un barco monumento que por azares del destino terminó en este puerto y cuyo final, intentó ser cambiado sin suerte.
Construido a principios del siglo pasado, el SS Catalina fue lanzado a la mar en su viaje inaugural el 30 de junio de 1924 para realizar el recorrido entre el Puerto de San Pedro California e Isla Catalina, viaje que realizó si contratiempos por espacio de 18 años.
Eran los “Alegres 20s” había concluido la Primera Guerra Mundial, la gran depresión. Estados Unidos y en particular el Estado de California disfrutaban de nuevos aires especialmente en la forma de disfrutar de los fines de semana y la Isla Catalina en la costa Oeste frente a Los Ángeles era una opción.
El buque Catalina se convirtió entonces en esa posibilidad, junto con otra nave hermana el SS Avalón con quien realizaban el tráfico permanente entre la Isla Catalina y el Puerto de San Pedro.
Hasta 1942, el Catalina fue un barco de pasajeros y de turismo, pero ese año, la II Guerra Mundial y el ataque a Peral Harbor sufrido por los Estados Unidos a fines de 1941 cambió la realidad del país y la del Catalina.