Los pelos de la mula, San Quintín y la desestabilización
O La ingenuidad y los listos
La toma de la carretera transpeninsular el martes 17 de marzo y la paralización económica de una de las zonas agrícolas más importantes del norte del país puso en evidencia la ingenuidad del gobierno, los empresarios agrícolas y los mismos jornaleros, frente a un interés presuntamente político que existe en torno a ella, aunque pudiera tratarse de algo más.
Pero vamos por partes.
El empresariado no imaginó nunca que un conflicto laboral en esta región pudiera pasarles una factura tan alta ya que el cierre de la principal vialidad amenaza ya, millonarias inversiones en delicados cultivos para un exigente mercado de exportación.
Amenaza compromisos financieros con bancos, con empresas extranjeras que son los que soportan los recursos para la siembra de fresa, un cultivo que se importa ya germinada como planta, para luego sembrarse en grandes extensiones de tierras regadas por goteo y que si bien genera millonarias ganancias, también implica millonarios gastos a quienes las cultivan.
Pero no solo eso, la fresa tiene un tiempo de cosecha breve y frágil.
La planta llega a soportar poco más de 20 cortes de frutos antes de morir, de ahí que su periodo de producción va desde diciembre hasta abril y a partir de ese mes la calidad se reduce y se usa eminentemente en la industrialización o canería como se conoce popularmente.
Los días que se ha detenido esta producción podrían significar de inmediato pérdidas para los productores pero a muy corto plazo, el recorte de personal en los cultivos.
La ingenuidad de los jornaleros.
La ingenuidad de los jornaleros tiene que ver con este recorte de personal. Muchos que fueron llamados y han aceptado participar bajo la promesa de un aumento salarial que llevaría al 150% lo que ahora ganan, no imaginan que el resultado podría ser muy distinto o contrario.
Difícilmente los productores podrían soportar un aumento como este, ya que el mismo, llevaría aparejado una serie de aumentos de impuestos y otros derechos que volvería imposible la operación.
De continuar la paralización del campo, en lugar de aumento de salarios, lo que se podría observar a muy corto plazo son recortes de personal.
La razón de ello, la disminución de zonas de cultivo y el probable retiro de los inversionistas extranjeros que financian muchos de los ranchos y que ante un clima hostil podrían optar por retirarse.
Pero no solo eso, el campo en San Quintín es uno de los más tecnificados de México. Hay miles de hectáreas bajo techo que requieren mano de obra sumamente calificada, lo que provocaría aun menos oportunidades para muchos jornaleros de entidades del Sureste mexicano, que no hablan español, no saben leer ni escribir y su única oportunidad en el campo son las cosechas y que en ninguna empresa les pagarían lo que hoy pretenden ganar en una actividad lícita.
La ingenuidad del Gobierno Del Ayuntamiento que pensó que con tomarse fotos regalando despensas en la zona y pavimentando algunas calles estaban cumpliendo su trabajo.
Del Estado por no anticipar un estallido social, que orquestado desde algún punto, aplicaría estrategias y logística de grupos organizados para ello y no de jornaleros agrícolas que trabajan de sol a sol.
Porque desde el primer momento fue obvio que no estaban preparados para enfrentar a una turba manipulada y aunque lograron tomar el control, siguen creyendo que al gobierno federal le interesa proteger a un Estado que en el caso de Baja California se han dedicado a patear (IVA y gasolina).
Los listos en esta historia sin embargo hasta ahora hay algunos listos.
El gobierno Federal y varias de sus dependencias; IMSS, Gobernación, Hacienda y PGR.
IMSS, porque no ha cumplido con lo que cobra, poco o mucho a los patrones en San Quintín.
Gobernación porque debió anticipar lo que ocurría y tener una estrategia y no lo hizo.
Hacienda que pese a una economía al borde de estallar ha seguido apretando.
PGR, que liberó a la mayoría de los detenidos pese a que se trata de delitos federales contra las vías generales de comunicación y se desconoce si se procederá luego con órdenes de aprehensión o se liberan mediante exoneración por falta de pruebas. El mensaje de entrada es incorrecto.
El manipulador.
Las presunciones apuntan hacia alguien desde alguna organización política piensa que encontró un terreno fértil para desestabilizar, pero desconoce que la grilla y las manifestaciones violentas en este Estado, no tienen eco, pero si se les ponen nombre y apellido.
Y no ganan elecciones, si ese es el interés mas sano.
Sin embargo, si es crimen organizado y busca abrir plaza a narcos del sureste, como algunos sospechan, entonces estamos ante un riesgo mucho mayor.
Por ahora la única realidad es que mientras mas se alarguen las mesas de negociación y mientras más se radicalicen las partes, mas afectados serán los ingenuos del juego.
Los listos no están ahí, ni les afecta, ni les importa, para eso tienen acarreados y les pagan. Publicado el 22 de marzo del 2015